27 de agosto de 2017
A la vista de lo ocurrido en el marco de los festejos por el tercer aniversario de la fundación-registro del denominado partido–secta, el (controvertido) edil de Cuernavaca, en Morelos, Cuauhtémoc Cuau Blanco volverá a vestir los colores del Tri… sí, pero no en el seleccionado nacional de futbol sino, en su momento, como abanderado —“con amplísimas posibilidades de ganar”, hay que decir— de una alianza entre el Partido Encuentro Social y el Revolucionario Institucional que, se apuesta ya, apoyará gustoso su candidatura al gobierno estatal.
Y esto, no sólo porque así se refleje en cuanta encuesta y/o sondeo se levante ahora en la vecina entidad, sino, esencialmente, porque así como Hugo Eric Flores “olió” ya la posibilidad de que el aún imberbe PES, que él encabeza, pudiera alzarse con la victoria en la puja por la gubernatura en 2018, así también el priismo local y nacional —“y más aún en la Secretaría de Gobernación de (Miguel A.) Osorio Chong”— advirtió con igual claridad que su única opción de retornar al Palacio de Gobierno, en plan triunfador se entiende, está en apoyar la causa del exfutbolista.
Es verdad que, ayer, los casi 500 consejeros asistentes al citado festejo se concretaron a anunciar su decisión de impulsar la idea de que Encuentro Social vaya solo a las presidenciales del próximo año y que, en busca de apoyo de su idea, realizarán un sondeo entre sus dirigencias estatales para, ya en octubre, formalizar su no-alianza a ese nivel y que, en ese marco, “destaparon” de manera formal a Blanco como su apuesta a la gubernatura…
Nada, sin embargo, mencionaron sobre la posibilidad de construir alianzas formales y/o de facto en algunas entidades donde, si bien Morelos no parece ser el caso, apostar solos por el triunfo pudiera poner éste en riesgo. Más, diría alguno, si como en la entidad que nos ocupa el gobernador en turno, el impresentable perredista Graco Ramírez Garrido Abreu insiste, al más puro estilo veracruzano —“panista-yunesista, habría que decir…”— en que sea su hijastro Rodrigo Gayosso Cepeda, quien le suceda en la posición.
Esto último, la obsesión sucesoria del gobernador en turno, más una larga lista de agravios y confrontaciones protagonizadas entre el futbolista y aquél, vale destacar, alientan la disposición de Blanco y sus promotores a llevar a término su propuesta toda vez que, por ambas razones, dan por hecho que no serán pocos los apoyos a nivel partidista y/o sectorial —la Iglesia y el empresariado local de manera relevante— que su nominación y en su avance hacia el Palacio de Gobierno estatal recibirá…
Ayer mismo, apenas al concluir los festejos partidistas, fue el propio alcalde de Cuernavaca quien dejó en claro que uno de sus objetivos será ir por el perredista: “Voy con todo y a donde tope; no me voy a tentar el corazón… aunque me ofrezca millonadas de dinero, no lo voy a perdonar si llego a la gubernatura, ni a él ni a los alcaldes” ladrones.
¿Perderá el priismo esta oportunidad?
ASTERISCOS
* No debió esperar mucho ni ir muy lejos el indefinido administrador de Acción Nacional Ricardo Anaya, para saber lo que, más allá de sus “afines”, piensa la militancia sobre el inexplicado enriquecimiento, de él y su familia en 14 años. “No es normal que haya líderes de partidos que se vuelven multimillonarios… y se obsesionan con candidaturas que no sirven a la democracia”, dijo ayer, entre aplausos de mujeres panistas, Eufrosina Cruz.
* En el emblemático Los Angeles Theatre Center, este martes, el (innegable) mandamás en Morena, Andrés Manuel López Obrador, presentará su libro Oye, Trump, un compendio de propuestas de acción a realizar en defensa de los (millones de) migrantes nacionales establecidos en la Unión Americana… cuyo voto, obvio, requerirá en 2018.
Veámonos mañana, con otro comentario De naturaleza política.
Twitter: @EnriqueArandaP