13 de septiembre de 2017
Inminente como es, la ruptura de Ricardo Monreal Ávila con Andrés Manuel López Obrador y el partido Morena, que junto con él proyectó y contribuyó a fundar, deja atrás una historia de acuerdos incumplidos, “de traiciones…” en opinión de quienes hoy comentan cómo, previo el arranque del desaseado y opaco proceso a través del cual el primero fue desplazado en la puja por la candidatura a jefe de Gobierno en la capital, el tabasqueño había comprometido ya la nominación a su favor, lo que finalmente incumplió.
Hablamos, para ponerlo en claro, de la supuesta suscripción de acuerdos entre el tabasqueño y Dante Delgado, de Movimiento Ciudadano, por los cuales el primero se comprometía a dejar en manos del aún hoy delegado en Cuauhtémoc la responsabilidad de encabezar el esfuerzo orientado a ganar la Ciudad de México a cambio de que, en 2018, el partido naranja cerrara filas con él —“aunque no necesariamente a través de una alianza explícita”— en su nueva búsqueda de la Presidencia.
Versiones diversas recogidas igual en los más altos niveles de la “inteligencia” política, que en fuentes cercanas a los partidos agrupados en el antinatural Frente Ciudadano por México, confirman lo expuesto e, incluso, advierten que es en el incumplimiento de El Peje donde hay que buscar la razón de la sorpresiva integración de MC y su veracruzano líder a la alianza antipriista-antimorenista promovida por perredistas y panistas cuando, “de antemano, en forma pública, había advertido ya que por mandato de su Consejo, irían solos” en los próximos comicios.
Hoy, entonces, supuestamente traicionados, los naranjas se alistan no sólo para enfrentar a la izquierda emergente y rebelde de López Obrador sino, aliados con la más institucionalizada de las versiones de aquélla y la derecha, “lo que queda de ésta”, para tratar de garantizar para su tradicional aliado, Monreal, la nominación que le permita derrotar a Claudia Sheinbaum en la puja por la sucesión de Miguel Ángel Mancera en la Jefatura del gobierno capitalino y, de paso, cobrar venganza de la nomenklatura morena que, en palabras del zacatecano, conspiró en su contra e impidió, vía la manipulación del gurú, alcanzar la candidatura…
En las próximas horas, pues, antes de que el delegado confirme su renuncia a Morena, habrá oportunidad aún de esclarecer a estas versiones, sí, y otras más que intentan explicar por qué, de manera aparentemente innecesaria, AMLO dio el paso que en el mediano plazo, en la campaña presidencial, pudiera exigirle no sólo una inversión personal y de recursos humanos y materiales mayor a la prevista para tratar de confirmar su triunfo en la capital e, incluso, poner en riesgo el triunfo que, a la fecha, no pocos le auguran…
ASTERISCOS
* ¡Vaya ridículo de los diputados priistas! que, para “engrosar” la bancada del Verde en la Cámara y ayudar a que éste se hiciera con una vicepresidencia, aceptaron ser “prestados” seis días y ayer, cumplida “la misión”, volvieron al tricolor. No los olvide, son: Miguel Ramírez, Alex Le Barón, Guadalupe Alcántara, Pablo Elizondo, Juan Antonio Meléndez, Cristóbal Serrato, Victorino Cruz y Elvia Palomares. De pena ajena…
* Si bien a nadie sorprendió la forma agresiva, soez, en que Jorge Luis Preciado agredió a sus pares que avalaron la elección de Ernesto Cordero como presidente del Senado, el viernes 31, no faltan quienes, hoy, explican su actitud recordando cómo, en la plenaria de diputados azules, días antes, había presumido que sería él quien ocupara el cargo… “Ya me lo dijo mi Fer(nando Herrera)”, decía a todos…
* Al margen de consideraciones, nada parece más urgente para el gobierno que avanzar, de inmediato y sin sobresaltos, en la aprobación del paquete económico 2018, como lo evidenció el priista líder de la CNOP, Arturo Zamora, al urgir que la discusión del mismo se dé “al margen de partidismos y cuestiones electorales”…
Veámonos el viernes, con otro asunto De naturaleza política.