11 de enero de 2018
Naipyidó.- El ejército de Myanmar admitió su responsabilida en la muerte de 10 miembros del grupo étnico musulmán Rohingya, cifra que contrasta con los seis mil 700 asesinados solo en septiembre pasado, según fuetes independientes.
La aceptación de responsabilidad de esas 10 muertes llamó la atención porque es la primera vez que el ejército de la antigua Birmania reconoce su participación en esos crímenes.
De acuerdo a la oficina de Información del ejército de Myanmar, se trató de 10 presuntos terroristas que habían sido arrestados tras enfrentamientos sucedidos el pasado mes de septiembre en el estado Rakhine, hogar de los rohingya.
Los militares decidieron la ejecución por falta de condiciones de seguridad para mantenerlos confinados, incluida la carencia de personal que los vigilara, señaló un comunicado militar que reproduce New Delhi Times.
Los enfrentamietos de septiembre siguieron a ataques del Ejército de Salvación Arakan Rhingya (ARSA) que dejaron 10 militares muertos a fines del anterior agosto.
Este grupo se autodefine como secular, no asociado al Estado Islámico (EI), y que busca alcanzar derechos mínimos para la minoría musulmana rohingya, como educación, salud y ciudadanía.
Si bien la aceptación de responsabilidad militar ha llamado la atención, se trata de un cifra que contrasta con la de seis mil 700 rohingyas asesinados en septiembre en el marco de la operación militar contra los insurgentes.
Entre los más de seis mil assinados figuran 730 niños menores de cinco años de edad, dijo el pasado diciembre Médicos sin Fronteras (MSF).
Esa organización no gubernamental advirtió que otros observadores elevan el número de muertos por los militares hasta a nueve mil, pero una cifra pecisa es casi imposible de lograr, indicó MSF.
Para el gobierno de Myanmar los rohingya, aunque vivan en Rakhine, son emigrantes de la vecina Bangladesh, hacia donde iniciaron un éxodo forzado desde septiembre pasado que casi suma a la fecha a 700 mil personas.