26 de septiembre de 2017
La primera batalla por el «alma» del Partido Republicano de Estados Unidos arrancó hoy con la elección primaria especial en Alabama para reemplazar al fiscal general, Jeff Sessions, en el Senado.
Los republicanos deben elegir entre el sustituto designado por Sessions, el exprocurador general estatal, Luther Strange, y el exjuez de la Corte Suprema de Alabama, Roy Moore. Moore y Strange, que opta a la reelección, han llevado a la arena electoral la pelea que hay en la cúpula del Partido Republicano en Washington.
En este caso, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, favorece a Strange, mientras que su exasesor en la Casa Blanca, Steve Bannon, ha aparecido en mítines junto a Moore.
En la lucha de ideas que tiene a Alabama como centro de batalla, el candidato Moore hizo un intento desesperado por conseguir votos en los últimos días de campaña y sacó su arma durante un mitin para demostrar que sí cree en la Segunda Enmienda, o el derecho a portar armas.
Trump, que ha participado en mítines junto a Strange, cree que Moore tendría serias dificultades para ganar al candidato demócrata el próximo 12 de diciembre.
El presidente no dudó en un evento en Alabama, realizado el pasado viernes, en lanzar una polémica, pidiendo el despido de jugadores de la NFL que no respeten el himno nacional y lanzó palabras altisonantes.
Moore representa el ala más conservadora de los republicanos.
Si Strange pierde en un estado en el que Trump tiene una calificación de aprobación del 80 por ciento, podría envalentonar al ala de activistas conservadores que han respaldado a Moore, desde la exgobernadora de Alaska, Sarah Palin, al exjefe de la Casa Blanca, Steve Bannon.
Pero si Strange logra la victoria, mostraría que la marca de Trump todavía eclipsa a cualquier otra persona en el movimiento conservador.