26 de julio de 2017
Al cumplirse hoy un año del atentado yihadista contra una iglesia del norte de Francia, el presidente francés Emmanuel Macron encabezó hoy un acto de homenaje al sacerdote católico degollado en el ataque.
La ceremonia, que comenzó con una misa, tuvo lugar en la iglesia del pequeño poblado de Saint-Étienne-du-Rouvray, norte de Francia, en el que fue asesinado el sacerdote Jacques Hamel mientras oficiaba misa.
El cura de 85 años de edad fue degollado en la iglesia por dos yihadistas franceses, Adel Kermiche y Abdel Malik Petitjean, de 19 años de edad, ambos, en un asalto reivindicado por el Estado Islámico (EI) durante la misa.
El crimen causó gran conmoción en Francia por el valor simbólico del ataque a un sacerdote y fue considerado como un ataque a la iglesia católica.
“La República no está para combatir a una religión”, declaró este miércoles el presidente francés durante su discurso de homenaje en el que calificó de “mártir” al cura asesinado.
Macron subrayó que los “terroristas fracasaron” con su atentado porque “no lograron sembrar la sed de venganza” ni “aumentar el miedo de los franceses”.
“El odio no triunfó ni triunfará”, declaró de su lado el Arzobispo del puerto de Ruán, norte de Francia, Dominique Lebrun.