12 de enero de 2018
Tokio.- El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, rechazó este viernes las demandas realizadas por el gobierno de Corea del Sur en relación con el acuerdo firmado en 2015 sobre las llamadas «mujeres de confort»‘.
Abe se refería a cerca de 200 mil coreanas que fueron utilizadas como esclavas sexuales por la tropas japonesas durante el periodo de la invasión japonesa en la península de Corea durante 1910 y 1945, un tema que no sido superado por la parte surcoreana.
«De ninguna manera podemos aceptar la solicitud unilateral de Corea del Sur para agregar medidas adicionales», señaló Abe a los periodistas antes de partir para una gira por Europa, luego de las recientes manifestaciones del presidente surcoreano Moon Jae-in.
La declaración de Abe fue su primer comentario público sobre el tema, que ha sido una fuente de fricción diplomática entre los dos vecinos, ya que Seúl reveló su nueva política sobre el acuerdo bilateral alcanzado bajo el gobierno del predecesor de Moon, Park Geun Hye.
Abe indicó que el acuerdo constituye un pacto entre gobiernos y destacó que las peticiones realizadas recientemente por el gobierno surcoreano, que ha denunciado que el acuerdo en cuestión es insuficiente para las víctimas, no podrán ser aceptadas.
Tokio sostiene que el tema de las «mujeres de confort» ha sido resuelto legalmente en virtud de un tratado bilateral de 1965 que normalizó las relaciones diplomáticas entre los dos países.
Bajo el acuerdo alcanzado en diciembre de 2015, Tokio y Seúl acordaron que el acuerdo resolvería «finalmente e irreversiblemente» el problema de las «mujeres de confort».
Tras el acuerdo, Japón proporcionó mil millones de yenes (8.9 millones de dólares) a una fundación surcoreana creada para apoyar a esas mujeres y Abe ofreció una disculpa y expresó su arrepentimiento a nombre del gobierno de Tokio.
«Japón ha llevado a cabo sinceramente todas las cosas que prometió», dijo, y agregó que quiere que Corea del Sur haga lo mismo, reportó la agencia japonesa Kyodo News.
Moon señaló que «Japón debería aceptar la verdad, disculparse con un corazón sincero y tomar (la cuestión de las mujeres de confort) como una lección y trabajar con la comunidad internacional de tal manera que (algo similar) no pueda ocurrir de nuevo».
Si bien admite que es «innegable» que el tratado es un acuerdo bilateral oficial, Moon también dijo que debe desatarse un «nudo erróneo» con Japón sobre el tema, e instó a Tokio a disculparse con las víctimas.
El ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Kang Kyung Wha, sostuvo el martes pasado que Seúl espera que Tokio haga más para resolver el asunto, aunque su país no buscará renegociar el acuerdo.
También manifestó que el gobierno de Corea del Sur planea establecer su propio fondo equivalente a los mil millones de yenes proporcionados por Japón, mientras discute qué hacer con el dinero japonés.
Japón ha rechazado repetidamente las nuevas solicitudes de Corea del Sur sobre el asunto e instó a Seúl a llevar a cabo el acuerdo, y el secretario en jefe del gabinete, Yoshihide Suga, dijo que Tokio «no piensa en moverse ni un milímetro» en el trato.