7 de septiembre de 2017
El Papa Francisco en un emotivo encuentro con jóvenes rescatados de la droga y la prostitución en la puerta de la Nunciatura Apostólica en esta capital, dijo que “no se dejen vencer, no se dejen engañar”.
“Muchas gracias por el esfuerzo que han hecho… Eso se llama heroísmo… Sigan adelante siempre, no se dejen vencer, no se dejen engañar”, fueron las palabras de saludo del pontífice, a este grupo de 166 jóvenes que están en programas sociales del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez.
Francisco rezó un Ave María ante el grupo de jóvenes encabezados por Angie y Ferney, recuperados del bajo mundo de las calles de Bogotá, en donde predominan las drogas, la prostitución y todo tipo de delitos juveniles.
Los jóvenes saludaron emocionados al Papa Francisco, a quien pidieron que tuviera en cuenta al fallecido sacerdote Javier De Nicoló (q.e.p.d), quien dedicó su vida pastoral a rescatar niños y jóvenes de las calles, para que el futuro lo eleve a la categoría de Santo.
Este breve encuentro del Papa con estos jóvenes estuvo lleno de calor humano, de cantos, oraciones y regalos como una ruana típica que de inmediato se la colocó, rompiendo todo tipo de protocolos, porque el líder de la Iglesia católica, siempre quiere estar cerca de los más desamparados.
Francisco antes de retirarse a su descanso volvió a repetir: “No se dejen robar la alegría y la esperanza” y concluyó pidiendo el favor que el mundo le ha escuchado desde el primer día de su pontificado: “Oren por mí”.
Estos jóvenes que se hicieron llamar “somos su parche Papa Francisco” (amigos), se retiraron de la Nunciatura Apostólica, llenos de esperanza para no regresar al mundo de la calle, las drogas y la prostitución.