18 de noviembre de 2017
Beirut.- El primer ministro dimisionario Saad Hariri regresará a Líbano con motivo del Día de la Independencia, según anunció este sábado la oficina de la Presidencia en Beirut, luego de la crisis que se desató tras su inesperada salida del gobierno.
El anuncio de las autoridades libanesas coincidió con la llegada del todavía jefe de gobierno a París, donde prevé entrevistarse con el presidente francés, Emmanuel Macron, quien trata de gestionar una salida a la difícil situación creada por la renuncia.
Hariri regresará el próximo miércoles a Líbano, casi 20 días después de que presentara su renuncia al cargo en Riad, Arabia Saudita, según confirmó el propio primer ministro en una conversación telefónica con el presidente del país, Michel Aoun.
«El mismo Hariri informó al presidente de que regresará al país para participar en las celebraciones del día de la Independencia», según el texto de la oficina de la Presidencia publicado en Twitter, en referencia a la conmemoración del final del mandato francés sobre el país en 1943.
Tras horas de dudas, el avión con Hariri partió de Riad en la noche del viernes, luego que el funcionario tuvo que tuitear al ministro de Asuntos Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, que no estaba retenido por las autoridades de Arabia Saudita.
«Decir que estoy amenazado en Arabia Saudita y que no se me permite abandonar el país es mentir. Voy de camino al aeropuerto, señor Sigmar Gabriel», escribió en Twitter.
La inesperada dimisión de Hariri el pasado 4 de noviembre no se ha hecho efectiva porque, para ello, necesita la ratificación del presidente libanés, Michel Aoun, que ha aplazado cualquier decisión a la espera de la posible vuelta del primer ministro.
Hariri presentó por sorpresa su dimisión desde Arabia Saudita hace dos semanas argumentando que temía por su vida y acusó a Irán y al partido milicia chiita libanés, aliado de la república islámica, Hezbolá, de exacerbar la tensión en Líbano.
Desde entonces ha reinado la confusión y su dimisión ha sido enmarcada por los analistas en medio del conflicto político entre Arabia Saudita e Irán, las dos grandes potencias de la región.
El encuentro en el Elíseo, según el ministro del Interior libanés, Nohad Machnuk, «tendrá por objetivo la superación de este gran obstáculo» y «abrir una puerta a la estabilidad y a la posibilidad de arreglar todas las dificultades que atraviesa el país».
La permanencia de Hariri en Arabia Saudita desató las críticas del gobierno libanés, que acusa a Riad de obligar a su jefe de gobierno a dimitir y de retenerlo contra su voluntad.
La crisis se extendió a Alemania, luego de la llamada a consultas del embajador saudita en Berlín, en respuesta a las críticas del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán sobre el “aventurismo” saudita detrás de la crítica situación política en Beirut,
El gobierno francés se ha presentado en esta crisis como mediador. El antiguo protectorado francés en Oriente Medio es clave para la estabilidad de la región, atenazada por la guerra de Siria y por la rivalidad entre Irán y Arabia Saudita.