19 de mayo de 2017
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) confía que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no conllevará en la pérdida de inversiones extranjeras o del interés de empresas europeas en México.
En entrevista con Notimex, la secretaria general de la agencia de la ONU, Alicia Bárcena, señaló este viernes que muchas empresas europeas se han instalado en México desde la entrada en vigor del acuerdo que liberó los intercambios entre ese país, Estados Unidos y Canadá, en 1994.
«Se han generado cadenas productivas y es difícil que se desmantele toda esa estructura que se ha ido instalando desde hace 23 años. Eso va a continuar. Es muy complicado que usted tenga una cadena de valor, como en la industria automotriz, y que vaya a trasladar de un lado a otro», afirmó.
En Bruselas, donde este viernes concluye una visita de tres días a las instituciones de la Unión Europea (UE), Bárcena admitó, por otra parte, que nuevas empresas pueden preferir instalarse en Estados Unidos en lugar de México, en particular a la luz de la política nacionalista impuesta por el presidente Donald Trump.
No obstante, la líder de la Cepal considera que México tiene a su favor una fuerza laboral «más productiva» y «mejor capacitada» que Estados Unidos.
«Hoy por hoy, las empresas automotrices y de todo tipo que están vinculadas en el mercado norteamericano te lo dicen: ‘ queremos producir en México, porque en México tenemos gente que está especializada’ «, aseguró, aunque reconociendo que los salarios más bajos también influyen en esa preferencia.
La alta funcionaria también valoró cómo la evolución de la economía global y el cambio de la política externa estadunidense influenciaron los resultados de las reformas promovidas por el gobierno del presidente de México, Enrique Peña Nieto.
«Hay de todo. La situación en México es como un claro-oscuro», resumió Bárcena, bióloga y diplomática mexicana que desde julio de 2008 se desempeña como secretaria ejecutiva de la Cepal, organismo de la ONU con sede en Santiago de Chile.
La caída de los precios del petróleo ha impedido profundizar la «compleja» reforma energética, cuya asimilación ha sido perjudicada por la «trayectoria histórica» del país en el sector.
«México siempre tuvo el petróleo como un recurso de carácter estatal, con una tendencia a fortalecer una empresa estatal, con sus centros de investigación y tal. Ahora, pues, cambió totalmente esa estrategia y cuesta mucho que se adapte un país que está acostumbrado con empresas estatales», analizó.
Al mismo tiempo, la coyuntura económica mundial obligó al gobierno mexicano a recortar su presupuesto e impidió cumplir la meta que se había impuesto en materia de inversión en ciencia y tecnología.
En contraste, la reforma del sector de telecomunicaciones sí se ha podido implementar con éxito y «permitió una mayor competencia en los mercados de tecnologías digitales y televisivo». «Es una de las mejores», valoró Bárcena.