Las Comisiones Unidas de Relaciones Exteriores, y de Relaciones Exteriores América del Norte, aprobaron por unanimidad el nombramiento de Gerónimo Gutiérrez Fernández, como embajador de México ante los Estados Unidos de América.
En su exposición inicial, Gerónimo Gutiérrez Fernández aseguró que la relación bilateral con Estados Unidos “se advierte a todas luces difícil”; sin embargo, la búsqueda de un buen vínculo con ese país nunca debe ser a cualquier costo o bajo cualquier condición, ni en detrimento del interés nacional ni de la dignidad de los mexicanos.
Reconoció que, de ser ratificado como embajador, desempeñará sus funciones en condiciones extraordinarias, por lo que propuso que el trabajo de la embajada para los siguientes dos años sea acorde al contexto actual de la relación bilateral.
Explicó que su proyecto se enfocará en cinco ejes principales: la revisión de la agenda y la negociación integral con el gobierno estadounidense; diplomacia pública; la relación con el Poder Legislativo y gobiernos estatales y municipales; protección consular; y la gestión de la relación fronteriza.
Dijo que cualquier negociación debe partir de una claridad absoluta y manifestó que la construcción de un muro en la frontera común, es contrario al tipo de relación que México busca tener con Estados Unidos. Precisó que no existe fundamento alguno en nuestro marco legal que permita cubrir su costo con recursos del erario mexicano.
Respecto a la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, comentó que para México la renegociación debe partir del reconocimiento de que todas las partes se han beneficiado de este instrumento y enfocarse en fortalecer el empleo y los salarios en los países de la región de una manera equilibrada.
La revisión, agregó, debe procurar mantener los intercambios comerciales y los flujos de inversión libres de aranceles, cuotas y restricciones, mejorar la competitividad de las cadenas de valor de la región y su capacidad para exportar hacia el resto del mundo e incluir nuevos sectores como el comercio electrónico, energía, comunicaciones, entre otros.
Durante la negociación las partes deben abstenerse de realizar acción alguna contra las decisiones de las empresas o que limiten los flujos comerciales. La embajada habrá de jugar un papel importante en este proceso y lo hará bajo los principios y objetivos fijados por el Ejecutivo federal, apuntó.