16 de enero de 2018
Vancouver.-.- El embajador mexicano Andrés Rozental Gutman dijo hoy sentirse “cautelosamente optimista” de que dada la cercanía entre México y Canadá, y por el trabajo del sector privado, legisladores y analistas estadunidenses, el TLCAN “sobrevivirá” a las amenazas de su cancelación.
“México y Canadá son más fuertes juntos que separados y comparten el interés de que el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) subsista y se modernice en lo que se necesita para no pasar de un acuerdo de libre comercio a un comercio administrado”, afirmó el diplomático en entrevista con Notimex.
Rozental Gutman se encuentra en Vancouver donde hablará este martes en la conferencia titulada “La importancia de la relación entre México y Canadá en las renegociaciones del TLCAN”, junto al exgobernador de Quebec, Jean Charest.
El año pasado el embajador recorrió las ciudades de Ottawa, Toronto y Montreal en las que ofreció una serie de charlas sobre la importancia del comercio bilateral y trilateral, y se reunió con representantes del sector público y privado canadiense. Esta semana continuará sus reuniones en Vancouver y Calgary.
El exsubsecretario de Relaciones Exteriores y embajador eminente de México desde 1994, recordó que en las negociaciones para integrar el TLCAN México y Canadá estaban “en la misma página frente a Estados Unidos”, lo cual se repite en las actuales renegociaciones para modernizarlo.
“Hace 25 años estuve en la negociaciones del TLC y Canadá y México estaban muy de la mano, lo que ayudó a fortalecer su posición frente a EUA”, recordó durante la entrevista.
Respecto a las opiniones de algunos canadienses de que su país podría negociar mejor con Washington si abandona a México, el embajador las consideró “irreales”, pues seguramente la administración estadounidense mantendría las mismas condiciones si buscara sólo un acuerdo comercial con Ottawa.
“Existe una muy buena relación entre los equipos negociadores canadienses y mexicanos, que se muestra en la estrecha relación entre la ministra Chrystia Freeland y el secretario Ildefonso Guajardo”, destacó.
Apuntó que en el primer año de la actual administración estadounidense, ésta ha tenido más roces comerciales con el gobierno canadiense que con el mexicano, con la imposición de aranceles a las maderas, los aviones C Series y el papel.
En cuanto al plan de Donald Trump de que México pague por un muro fronterizo mediante cuotas arancelarias dentro del TLCAN, recalcó que México “no va a pagar por el muro ni directa ni indirectamente”, ya que las renegociaciones comerciales siguen siendo trilaterales y eso impide que el muro entre en ellas.
“El muro no está en esa negociación ni quien lo paga ni cómo se construye”, recalcó el exembajador de México ante el Reino Unido de 1995 a 1997.
Rozental dijo sentirse un poco más optimista del futuro del TLCAN de lo que estaba en diciembre y recordó que la semana pasada el secretario Guajardo indicó que hay avances sustantivos en 10 de los capítulos que están cerca de resolverse.
Dijo que los temas más problemáticos de reglas de origen y resolución de controversias propuestos por Estados Unidos, considerados “inaceptables” por los negociadores canadienses y mexicanos, muy probablemente se aborden en la próxima ronda que se realizará del 23 al 28 de enero en Montreal, Quebec.
Su optimismo “cauteloso” radica en el impacto que ha tenido la coalición estadounidense del sector privado, los gobiernos fronterizos, los legisladores y la opinión pública estadounidense en contra de tirar el TLCAN por la borda.
El propio Trump dejó entrever la posibilidad de flexibilizar los tiempos de la renegociación que podrían extenderse hasta después de las elecciones presidenciales mexicanas de julio.
“El trabajo de esta coalición ha crecido y ya no se habla tanto por parte de la administración Trump de salirse del TLCAN, ya no hay esta amenaza permanente que había, eso es una buena señal”“, indicó.
“La coalición estadounidense comenzó tarde, pero ha crecido y ahora yo pondría una probabilidad de 65 por ciento de que el tratado sobreviva”. añadió.
Sin embargo, reconoció que como Trump es un hombre “probadamente impredecible”, es difícil pronosticar lo que hará, por lo que no se descarta la posibilidad de que el acuerdo comercial de 24 años entre Canadá, México y Estados Unidos pudiera llegar a su fin.
Esta posibilidad, aunque afectaría más a Canadá y México por la dependencia comercial, sería dañina para los tres países por la integración de las cadenas de valor en la región.
El embajador emérito aseguró que una eventual desaparición del TLCAN “no sería el fin del mundo” precisamente por esas cadenas de valor y las estrategias que implementarían las empresas de los tres países para sobrevivir.
“La desaparición del TLCAN no acabaría de golpe y porrazo con la vida de estas cadenas productivas, aunque sí habría obstáculos de aranceles que impondrían los estadunidenses y habría que ver cuáles serían impugnables ante la Organización Mundial del Comercio”, puntualizó.
Enfatizó que “la integración de América del Norte será difícil echarla para atrás, sobrevivirá con o sin tratado”