1º de diciembre de 2017
De concretarse las expectativas de los interesados, en las 72 próximas horas podrían estarse definiendo los crecientes diferendos que, por ambición de poder esencialmente, mantienen enfrentados a los aspirantes a representar al Frente partidista, que no ciudadano, impulsado por PAN-PRD y MC en los comicios de julio venidero y, obvio, el futuro del engendro como tal.
Entre este viernes y las primeras horas del lunes, efectivamente, integrantes de las diferentes fracciones prevén realizar toda suerte de encuentros de carácter bi y/o trilateral con miras a hacer valer unos, los afines a la dupla Ricardo Anaya–Dante Delgado, acuerdos supuestamente adoptados desde el nacimiento del Frente —“la unción del primero como candidato presidencial en primerísimo lugar, se entiende”— en tanto que otros, las diferentes tribus perredistas cuyas diferencias mantienen en vilo la prevalencia de la antinatural coalición, exigen condiciones nuevas que les garanticen mayores ganancias, la nominación del emergenteMiguel Ángel Mancera de manera especial o, en su caso, el llamado “paquete capitalino” que, en los hechos, convertiría a éste y afines en dueños de, al menos, 50 por ciento de las posiciones que estarán en disputa en la Ciudad de México.
Y esto último sin dejar de considerar quién finalmente, entre la declinante fracción representada por la saliente Alejandra Barrales y sus aliados Chuchos—Jesús Ortega, Carlos Navarrete y Jesús Zambrano— por un lado, y el neomancerismo que ADN, de Héctor Bautista, y Vanguardia Progresista, de Héctor Serrano, coordinan, asume a partir de la próxima semana el control de lo que queda del otrora partido representante de la izquierda mexicana, el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
No será poco entonces lo que durante el fin de semana estará a consideración y en juego, como no lo será tampoco el impacto que, de cara a las federales de 2018, tendrán los acuerdos y/o desacuerdos que pudieran suscribir, pues, si bien podrían resolver los diferendos que ahora exhiben y derivar todo en un “cierre de filas”, previa cobertura de su precio a los perdedores que mantenga con vida al Frente partidista, podría también dar paso a la constitución de un mini-Frente Acción Nacional-Movimiento Ciudadano con Anaya a la cabeza y Delgado a la caza de beneficios, y otro más, de esencia perredista-mancerista que, en un momento determinado y si así conviniera a sus intereses, podría avanzar hacia la consolidación de una “gran alianza” izquierdista, de facto si se quiere, cuyo principal beneficiario no sería otro que Andrés Manuel López Obrador.
Las cartas están echadas y la cuenta regresiva en marcha, mientras los diferentes actores en esta puja por el poder valoran sus respectivas opciones y asumen las posiciones que creen les corresponden. Ya le informaremos…
Asteriscos
* Ahora sí que, contra viento y marea, contra panistas-perredistas-emecistas y morenos unidos, en particular, la Cámara de Diputados aprobó ayer la Ley de Seguridad Interior que, al margen de consideraciones, reglamenta la participación de las Fuerzas Armadas en tareas que, por corrupción y/u omisión, incumplen policías estatales y/o locales o sus gobiernos…
* Nutrida y (exageradamente) plural, sin duda, la delegación mexicana presente en el Encuentro de Católicos con Responsabilidad Política que, en Bogotá, convocó el papa Francisco: Cecilia Romero Castillo, Juan Carlos Romero Hicksy Marco A. Adame, panistas; el priista Eruviel Ávila y, ¡válgame!, los morenosBernardo Bátiz y Dolores Padierna.
* Atinada designación del mandamás en el IMSS, Mikel Arriola Peñalosa, la del doctor Efraín Arizmendi Uribe, director general ahora del Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XXI, como nuevo coordinador de Institutos Médicos de Alta Especialidad del propio Instituto.
Veámonos el domingo, con otro asunto De naturaleza política.
Twitter: @EnriqueArandaP