17 de diciembre de 2017
Puebla.- Los árboles de Navidad que se dan en la Sierra Norte de Puebla deben ser adquiridos por aquellas personas que quieren decorar sus hogares en la temporada decembrina y llevar un poco de olor de la naturaleza a cada casa, señalan productores de Chignahuapan.
En entrevista por separado, Pedro Ramírez y Saúl Rivera, productores de las plantaciones Árboles Pinto y de la Fracción 2 de la Ex Hacienda de Atlamaxac, respectivamente, coincidieron que las distintas especies que ofertan llevan olor a pino, y los que llegan del extranjero, cuando los tocan se caen la ramas.
Aquí dependen muchas personas de este trabajo (cuidado de los árboles de Navidad), unas 30 familias de forma directa o indirectamente. El proyecto inició en el 2000, resaltó Pedro Ramírez Bonilla, productor en el municipio de Chignahuapan.
Expuso que vende unos 600 árboles, principalmente en Puebla en la Expo del Árbol de Navidad en el Parque Juárez de la capital poblana, además que a la plantación Árboles Pinto, en Chignahuapan llevan visitantes de Hidalgo, Estado de México de la Ciudad de México, Tlaxcala, Veracruz y algunos otros sitios a escoger y cortar su árbol.
“A las personas les quiero transmitir que no se dejen llevar por las especies de pinos que vienen de otros países, y de aquellos que son de aquí mismo y les ponen un nombre (extranjero) con el objetivo de apantallar”, refirió.
Pedro Ramírez recomendó a los ciudadanos que adquieran el ayacahuite, que es un árbol frondoso, el que más se produce, «es muy pachón y tiene suficiente hoja o follaje, principalmente expide un excelente aroma para que se sienta la temporada decembrina en los hogares poblanos y mexicanos», dijo.
“Les pido que se informen y que vean, asimismo que investiguen que estos árboles son endémicos de aquí del país y la región”, manifestó.
En el Pueblo Mágico de Chignahuapan el productor de árboles de Navidad resaltó que la sociedad debe saber que todas las plantaciones de árboles en Puebla y en el país generan fuentes de empleo, por lo que los recursos se quedan en la zona para la gente que trabaja.
Ramírez Bonilla resaltó que todos son de una calidad tan buena al tratarse de una plantación biodiversa y que no es acelerada con productos químicos.
“Nosotros iniciamos trabajado por nuestra cuenta y medios (ya después llegaron los apoyos) De las especies que contamos en la región son muy diversas como es el pinabete en donde otras plantaciones la tienen, nosotros tenemos pino ayacahuite y una gran población de oyamel en ocho hectáreas”, expresó.
Por su parte, Saúl Rivera Sosa, productor de la Fracción 2 de la Ex Hacienda de Atlamaxac, dijo que el predio es familiar desde 1970, en una extensión de cuatro hectáreas de plantación para árboles de Navidad exclusivamente.
Saúl Rivero manifestó que tiene más de 600 hectáreas, pero para manejo forestal o maderable, al resaltar que acabaron de recibir un certificado de Conafor por buen manejo.
Con apoyo de Comisión Nacional Forestal (Conafor) reciben apoyos, los cuales se aplican, y además reciben orientación, expresó.
El productor del municipio de Chignahuapan precisó que como propietarios deben cultivar y cuidar toda su extensión contra incendios, plagas, para ello requieren de personal.
Resaltó que en la cuatro hectáreas tienen las especies de pino, patual, oyamel y pinos ayacahuite, los cuales alcanzan unos 15 mil arbolitos, al mismo tiempo de mencionar que cada vez que alguien se lleva o cortan un árbol en junio vuelven a reforestar para que vuelvan a nacer.
Al respecto José Miguel Luna Mota, titular de la promotora de Chignahuapan de Conafor subrayó que al cortarse un árbol se planta uno nuevo, de ahí, que no es que se acaben los bosques naturales y plantaciones cuando se tienen árboles navideños naturales, sino que se da un manejo adecuado a fin de garantizar las especies.
“Por lo regular se recomienda la densidad de arriba de dos mil árboles por hectárea, a fin de tener la mayor producción, a su vez el productor tenga mayores ganancias”, refirió.
Luna Mota manifestó que le hacen una poda y de esa manera se busca que tenga la forma cónica, garantiza que tenga mayor presentación y en su momento cuando las personas visiten los predios tengan una mejor vista y los puedan vender.
Enfatizó que los árboles de Navidad que crecen en Puebla povienen de Canadá y Estados Unidos, por lo que se dan en zonas frías como la Sierra Norte de Puebla, al resaltar que para su producción requieren de una altura a partir de los dos mil 600 metros del nivel del mar.
El representante de Conafor señaló que las plantaciones forestales comerciales requieren de dos podas al año para que el árbol tenga figura cónica, pues si se deja que el árbol se vaya desde su nacimiento sin podar, se tendrá el problema de que la presentación no sea recomendable.
En tanto que Miguel Lozada Rodríguez, administrador de la Fracción 2 de la Ex Hacienda de Atlamaxac explicó que a fin de darle su forma natural es a base de poda, lo cual lo llevan a cabo en septiembre y octubre para que en diciembre estén listos y embellecer las casas.
“Se le pone su abono en abril y mayo cuando se tienen las lluvias, además de brindarle el cuidado necesario y crecimiento y sobre todo cuando empiezan a tener brotes es cuando se les debe cuidar, recortando y dando forma”, expuso.
Miguel Lozada dijo que «aquí tenemos lluvias de junio a septiembre, a veces en octubre, con la poda se va ganando la altura y forma», al señalar que en dicha plantación se siembra el árbol navideño de la especie ayacahuite y hay algunos oyameles.
Recomendó a la gente que va a comprar su árbol natural de Navidad, que al momento de terminar su uso en la temporada navideña, lo lleve a reciclar o si tienen espacio lo pueden guardar y ya seco, volver a usarlo.
Los especialistas detallaron que de las piñas salen las semillas del ayacahuite, es el momento cuando inicia esa labor y darle un tratamiento para que no se eche a perder, se siembra en un almacigo, posteriormente se trasplanta para su crecimiento y después se lleva al campo para su desarrollo.