15 de abril de 2018
Ottawa.- El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, interrumpió su gira por Latinoamérica y Europa para regresar a la capital canadiense y tratar de destrabar una disputa entre dos provincias en torno al proyecto de expansión de una única red de oleoducto que lleva petróleo de Alberta a Columbia Británica y el estado de Washington.
“El proyecto es necesario para impulsar el desarrollo económico nacional y para ser más competitivos y diversificar nuestros mercados porque estamos atrapados con un solo cliente (Estados Unidos) y vivimos un momento de incertidumbre”, dijo en conferencia de prensa al término de la reunión.
La expansión del oleoducto Trans Mountain es un proyecto de 7.4 millones de dólares y prevé construir un ducto en paralelo al actual gasoducto construido en 1953 y que es el único conducto del petróleo de Alberta hacia la costa oeste del país (Vancouver, Washington). Con esta expansión la capacidad de transportación se incrementará de 300 mil a 890 mil barriles de petróleo al día.
El proyecto prevé agregar 980 kilómetros de nuevo ducto y reactivar 193 kilómetros de un ducto existente. Para apoyar esta expansión se requerirá de 12 nuevas estaciones de bombeo y de 19 nuevos tanques en las terminales de almacenamiento.
El plan de expansión será construido por la firma estadunidense Kinder Morgan una de los más grandes constructoras de oleoductos en Norteamérica que opera 85 mil millas de oleoductos y 152 terminales que transportan, gas natural, gasolina, petróleo crudo y dióxido de carbono.
El Trans Mountain fue aprobado el año pasado por el gobierno federal y las provincias de Alberta y Columbia Británica, pero al llegar al poder John Horgan del opositor Partido Neo Demócrata (NDP) comenzó la oposición al proyecto bajo el argumento del impacto al medio ambiente y a las comunidades indígenas.
John Horgan, gobernador de Columbia Británica que llegó al poder tras una alianza con el Partido Verde y con la promesa de frenar la expansión del oleoducto, pese a haber sido autorizada por su antecesora, la gobernadora liberal, Christy Clark.
La gobernadora de Alberta, Rachel Notley, insistió en que la expansión del oleoducto “es importante para todos los canadienses”.
Ante la imposibilidad de ambas provincias de llegar a un acuerdo, Trudeau tuvo que convocar a una reunión de emergencia para este domingo donde también estuvieron presentes los ministros de Finanzas, Bill Morneau, y de Recursos Naturales, Jim Carr.
En conferencia de prensa el primer ministro insistió en que el proyecto es necesario para impulsar el desarrollo económico nacional y para ser más competitivos y diversificar nuestros mercados “porque estamos atrapados con un solo cliente (EUA) y vivimos un momento de incertidumbre”.
Por lo tanto aseguró a los gobernadores que el proyecto sigue en pie y se comenzará a construir este verano porque es un “proyecto vital para todos los canadienses y es crítico para nuestra habilidad para llevar los recursos naturales canadienses al mercado global”.
Trudeau recalcó que la protección del medio ambiente y el desarrollo económico van de la mano y recordó que el proyecto de expansión del oleoducto fue sometido a consulta con los indígenas de las Primeras Naciones.
“Hasta hoy 43 grupos indígenas han negociado acuerdos de beneficio con el proyecto, de los cuales 33 son de Columbia Británica”, agregó.
El primer ministro aseguró que el impacto ambiental está protegido a través del Plan de Protección de Océanos, que incluye la salvaguarda de las costas y el combate al cambio climático, e insistió que existe un equilibrio entre los proyectos de infraestructura energética y los impuestos a la producción de carbono.
Luego de reunirse con los gobernadores de Alberta y Columbia Británica, Trudeau adelantó que su gobierno realizará reuniones con los directivos de Kinder Morgan, tanto en Calgary como en Houston, para le certeza de que el proyecto puede realizarse.
La firma estadunidense le dio al gobierno canadiense como fecha límite el 31 de mayo para tener la seguridad de la aprobación del proyecto y comenzar su construcción en el verano.
El gobierno canadiense dijo que está considerando opciones “regulatorias, financieras y legales” para cumplir con la fecha establecida por Kinder Morgan y permitir que el proyecto siga su curso, aunque no dio más detalles.