25 Octubre de 2018.
Buenos Aires.- La Cámara de Diputados de Argentina aprobó hoy, en medio de un clima de tensión social, el presupuesto enviado por el gobierno que prevé recesión y alta inflación para 2019, un año en el que el presidente Mauricio Macri buscará la reelección.
El presupuesto fue avalado al amanecer de este jueves con 138 votos a favor, 103 en contra y ocho abstenciones, después de 17 horas de una sesión en la que los diputados se gritaron y empujaron y algunos de ellos incluso estuvieron a punto de llegar a los golpes.
La jornada, además, fue empañada por una represión policial contra los manifestantes que se reunieron frente al Congreso para protestar de manera masiva contra el presupuesto y la política económica del gobierno en general.
Mientras afuera había corridas, gases lacrimógenos, carros hidrantes, balas de plomo, golpes y detenciones, adentro del recinto parte de la oposición intentó frenar, sin éxito, la sesión.
La tensión política continúa ya que ahora el proyecto será enviado al Senado para su ratificación o rechazo, por lo que ya se anuncian nuevas marchas de organizaciones sociales y operativos policiacos.
El presupuesto 2019 está marcado por la crisis que estalló este año en Argentina a partir de una devaluación del 120 por ciento del peso, que sumió a la economía en una recesión del 3.5 por ciento, disparó la inflación del 15 al 50 por ciento e incrementó la pobreza y el desempleo.
Para el próximo año, se prevé que la recesión será del 0.5 por ciento y la inflación del 23 por ciento (lo que implica que seguirá siendo una de las más altas del mundo), mientras que el precio del dólar rondaría los 40.10 pesos.
La aprobación de los diputados del presupuesto fue un triunfo del gobierno, ya que necesitaba cumplir con este requisito este semana porque el Fondo Monetario Internacional (FMI) autorizará mañana los 57 mil 100 millones de dólares que le prestó a Argentina para sortear la crisis.
Unas de las principales condiciones del FMI para otorgar un préstamo récord fue el déficit fiscal cero, y a eso apunta un prespuesto que recorta un 30 por ciento el gasto en subsidios, así como en obras públicas.
En términos reales, la reducción del gasto será del 6.0 por ciento en servicios sociales, del 23 por ciento en educación y cultura, del 48 por ciento en vivienda y urbanismo, del 20 por ciento en promoción y asistencia social, del 8.0 por ciento en salud y del 17 por ciento en ciencia y técnica, entre otros.
De acuerdo con el proyecto, el objetivo es pasar de un desequilibrio fiscal del 2.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2018 al déficit cero en 2019, aunque un dato alarmante es que el pago de intereses de deuda se incrementa en un 50 por ciento.
Fuente: Notimex.