11 Noviembre de 2021
México.- Gobiernos de varios países del mundo están sopesando poner fin al uso del carbón como combustible, la principal fuente de emisiones de gas causantes del calentamiento atmosférico, según el borrador del acuerdo que está siendo negociado en la COP26, la cumbre climática de Glasgow.
El borrador del acuerdo difundido en la conferencia llama a acelerar «la eliminación gradual del carbón como fuente de combustible y de los subsidios a los combustibles fósiles», pero no ofrece un cronograma.
Expresa además la «alarma y preocupación» por el calentamiento global que ya está experimentando el planeta y pide a los gobiernos del mundo que reduzcan alrededor de la mitad de sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.
Las promesas hechas hasta ahora por los gobiernos no llegan a cumplir con ese objetivo frecuentemente mencionado.
El documento menciona la necesidad de rebajar las emisiones en un 45% para 2030 con respecto a los niveles de 2010 y de lograr la «neutralidad» de emisiones para mitad de siglo. Para lograrlo, los países deberán emitir sólo la cantidad de gases de efecto invernadero que puedan volver a absorber a través de medios naturales o artificiales.
En el documento se destaca el desafío de cumplir estos objetivos, el borrador «expresa alarma y preocupación porque la actividad humana haya causado ya un calentamiento de alrededor de 1,1 C (2 F) hasta la fecha y los impactos que ya se están sintiendo en todas las regiones».
También se publicaron borradores de propuesta para otros asuntos que se están debatiendo en la COP26, incluyendo normas para los mercados internacionales de carbono y la frecuencia con la que las naciones ricas deben informar de sus esfuerzos.
Asimismo, el texto pide a los países que no tienen objetivos nacionales que se ajusten a la limitación de la temperatura en 1,5 o 2 grados y que presenten límites más firmes el año próximo. Dependiendo de cómo se interprete la redacción, la provisión podría aplicarse a la mayoría.
En un guiño a los asuntos más importantes para las naciones pobres, el documento «insta» vagamente a los países desarrollados a compensar a aquellas en desarrollo por las «pérdidas y daños», una frase que no gusta a algunas de las naciones adineradas.