17 Diciembre 2021
México.- El negociador jefe británico para el Brexit, David Frost, afirmó hoy que estaría dispuesto a firmar un «acuerdo provisional» el próximo año con la Unión Europea (UE) que lidie con los «problemas más acuciantes» del Protocolo para Irlanda del Norte, aunque deje sin resolver las cuestiones más contenciosas.
Frost, que volvió a conversar este viernes con el vicepresidente de la Comisión Europea para las Relaciones Interinstitucionales, Maroš Šefcovic, declaró en un comunicado que se han hecho «ciertos progresos» en cuanto a las medidas para permitir el paso de medicinas entre el Reino Unido e Irlanda del Norte.
Sin embargo, la negociación sobre eventuales cambios al acuerdo que entró en vigor en enero continúa atascada en el resto de aspectos sobre la mesa.
Bruselas anunció hoy cambios legislativos en la UE para facilitar el paso de medicinas hacia la región británica, una de las fricciones generadas por los acuerdos del Brexit que ambos lados del canal de la Mancha tratan de solventar.
El paso dado por la UE «podría constituir un camino constructivo hacia adelante» y el Reino Unido estudiará ese anuncio con ánimo «positivo», dijo Frost, aunque recalcó que la medida «unilateral» que han anunciado las autoridades comunitarias no es la opción que prefiere Londres.
Frost alertó al mismo tiempo de que «ha habido muchos menos progresos en otras áreas», como en el diálogo para reducir los controles aduaneros a los que deben someterse las mercancías que entran a Irlanda del Norte desde el resto del Reino Unido.
Esos controles «están ralentizando el comercio, incrementando los costes y desincentivando a las empresas para hacer negocios dentro de nuestro propios país», lamentó.
En su comunicado, el negociador británico insiste asimismo en que el Reino Unido aspira a restringir el papel del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para dirimir cuestiones comerciales en la provincia británica y exige que se establezca un «mecanismo independiente de arbitraje».
Frost defiende que ese mecanismo sea «la única ruta para resolver disputas en el futuro».
A pesar de que el Gobierno británico había expresado su deseo de cerrar la negociación sobre Irlanda del Norte antes de fin de año, el Ejecutivo aspira ahora encontrar una solución a «principios del próximo».
Si no se logra encontrar terreno común, Londres mantiene sobre la mesa la opción de invocar el artículo 16 del Protocolo norirlandés, que permite a una de las partes dejar de aplicarlo de manera unilateral si considera que provoca demasiados problemas socioeconómicos.
«En conjunto, con la potencial excepción de las medicinas, no creo que las negociaciones estén por ahora cerca de alcanzar conclusiones que puedan solucionar de manera genuina los problemas que presenta el protocolo», dijo Frost.