19 Agosto de 2019.
México.- Peter Fonda, quien tuvo unas 100 participaciones cinematográficas, representó al protagonista de los filmes anti-Hollywood, de las producciones independientes, sobre todo con Easy rider que en muchos sentidos expresa el fin de la rebeldía de los jóvenes en los años 60.
Con su fallecimiento, ocurrido este viernes 16 de agosto a los 79 años víctima de cáncer de pulmón, se va el integrante de una de las dinastías más representativas en la «Meca del Cine», iniciada por su padre, el legendario Henry, continuada por él y su hermana Jane, además de su hija Bridget.
Easy rider, un largometraje de 94 minutos de duración, fue realizado con un guion coescrito por Terry Southern, Peter Fonda, Dennis Hopper; con las actuaciones de Peter Fonda, Dennis Hopper, Jack Nicholson, Karen Black, Antonio Mendoza, Phil Spector, Luana Anders, Toni Basil, Mac Mashourian y Warren Finnerty.
De acuerdo con el sitio FilmaAffinity, la historia describe las andanzas de dos jóvenes motociclistas de Los Ángeles que deciden llevar a cabo un viaje hasta Nueva Orleans, y que cruzan todo el país con la intención de descubrir América.
Gerardo Salcedo Romero, programador del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, crítico y columnista del periódico El Informador, señaló que el clásico Easy Rider es probablemente la película más exhibida en los cineclubes universitarios de México.
“Quizás es la más entrañable exploración al espíritu de la rebeldía juvenil y que en muchos sentidos describe el fin de esa actitud de los chavos de los 60. En México estuvo prohibida y darla a conocer fue un apostolado del cineclub universitario”, señaló.
Es así que por todo esto, dijo, curiosamente Peter Fonda tiene un lugar en la historia del cine y en la historia del 68 y sus consecuencias.
“La película rebasa lo cinematográfico. El crítico Roger Ebert recuerda que cada vez que se exhibía en una universidad de Estados Unidos la gente la iba a ver, sabiendo que en cada proyección se vivía algo del espíritu del 68, con su dosis de rebeldía, mariguana y rock. Era curiosamente algo más que una simple proyección de cine, tenía algo de asamblea universitaria y de ánimo contestatario”, añadió.
Para Salcedo Romero la cinta forma parte de las vivencias de una generación. En ese sentido es historia del cine, pero también forma parte de una historia más amplia: la social, en cualquier parte que se le ubique.
El entrevistado recuerda haberla visto en el auditorio de la Facultad de Filosofía de la UNAM, “y fue una fiesta la proyección”.
De alguna manera en términos cinematográficos, precisó el columnista, la película es el momento de un género muy peculiar y popular: el de las motos. Aseguró que la historia tiene un efecto más del fin de un ciclo que de precursora de un movimiento.
En su opinión, el efecto de la narrativa muestra la desilusión de los jóvenes al descubrir un país “violento e intolerante”.
“Aunque la mirada que curiosamente puede verse en el filme es universal, el espíritu de un estadounidense, de un mexicano, de un francés o un español, y no se diga de los jóvenes checoslovacos, por mencionar algunas nacionalidades”.
Lamentó que por motivos de censura el cine mexicano nunca filmó nada parecido que seguramente hubiera despertado a aquellos que la hubieran visto.
Finalmente, el critico fílmico comentó que se le va a extrañar a este icono del cine independiente y recomendó a las nuevas generaciones “redescubrir” Easy rider y disfrutar esa aventura cinematográfica.