9 de mayo de 2018
- De hombre sencillo de campo a empresario profesional, el cambio de paradigma del campesino
México.- Una vez concientizados sobre el potencial económico que guarda el campo para el futuro, el reto ahora es cambiar el paradigma de la imagen del agricultor, quien ha dejado de ser “el hombre sencillo de huarache y ropa desgastada”, para constituirse en el “empresario profesional del campo”.
El presidente ejecutivo de CropLife Latin America, José Perdomo, planteó que a dichas conclusiones llegaron los participantes del foro “El Agricultor Primero”, que tuvo lugar en el Foro Internacional “Innovación e Inocuidad: Desafíos agroalimentarios del Siglo XXI”, en Guadalajara, Jalisco.
En entrevista con Notimex, el especialista destacó que hoy existe un gran desconocimiento de lo que es un campesino. “De hecho existe una gran desconexión del hombre de la ciudad con el campo, al grado que piensan que todo lo que comen proviene de los centros comerciales”.
Dicha visión, dijo, omite la realidad, en la que existe una larga cadena de mucho sacrificio que empieza con el agricultor o el agroproductor, el cual es el responsable de extraer los alimentos que día a día llegan a la mesa de todos.
Y para muestra basta un botón, ya que, al preguntar hoy a muchos jóvenes y niños de la ciudad sobre el origen de la leche, el huevo y las verduras que consumen, la mayoría respondió que se obtenían en los supermercados.
Reveló que la imagen del agricultor está muy devaluada, y como consecuencia de ello, hoy en día los trabajadores del campo se encuentran “muy descuidados”, y el gobierno solo los busca en “tiempos electorales porque son muchos votos”, por lo que al término de ese periodo quedan en el olvido.
Aseveró que en realidad al campesino se le debería impulsar y considerar, porque se trata de un productor que crea mucha riqueza y que en un futuro cercano se constituirá en uno de los productores base en que se apoyará el futuro de la población del mundo.
Al respecto, el presidente de Protección de Cultivos, Ciencia y Tecnología A.C. (Proccyt), José Antonio Tiburcio, coincidió en que hoy el mundo se encuentra ante el reto de hacer relevante el trabajo del agricultor.
Explicó que tristemente olvidamos que detrás de una ensalada de frutas existen horas y meses de trabajo de campo, días de sol, mucho sudor y es que hoy la gente no ve a la agricultura como un ámbito laboral atractivo y por ello existe una gran migración del campo a la ciudad en busca de “tecnología y de Internet” con la idea de “una vida moderna”.
También en entrevista con Notimex recordó una ocasión en que acudió a una universidad para hablar sobre el potencial del campo, y al preguntar sobre qué imagen tenían del campesino, inmediatamente saltaba el estereotipo del “hombre de huaraches, pantalones rotos y sombrero de paja”.
De hecho, destacó que los jóvenes se quedaron sorprendidos al no tener consciencia del tiempo que pasaba entre el trabajo de campo que se llevaba a cabo para producir algo hasta que llegara el producto final a sus mesas, lo que denota la gran desconexión que existe entre la gente de la ciudad y los productores del campo.
La unión, una estrategia de fuerza para el crecimiento para el campo: es aquí en donde la experiencia de productores de países como Argentina, Brasil y Portugal salen a la luz para demostrar que “es posible impulsar el desarrollo del campo a partir de la unión de los pequeños productores”, reveló el presidente de la Junta Directiva de CropLife Latin América, Eduardo Leduc.
En entrevista con Notimex, el especialista reconoció que la única manera en que se puede garantizar que las personas del campo permanezcan interesadas en la producción agrícola y sus hijos también, es la tecnología para hacer la agricultura de otra forma.
Esto implica trabajar el campo de una manera más conectada e inteligente, en donde el conocimiento ayude a los pequeños productores con mayor calidad y en mayor cantidad, gracias a técnicas que incluso pueden incrementar los productos en menos espacio.
Aseguró que viendo hacia el futuro, la visión de que el pequeño productor debe prevalecer como un productor tradicional con métodos rústicos está equivocada, ya que desde su punto de vista “este tipo de productor es el que va a desaparecer en un futuro cercano”.
En muchas partes del mundo donde los pequeños productores han sobrevivido, planteó, ha sido porque se han acercado a la tecnología y hoy producen con un valor agregado, además de ofrecer incluso productos diferentes a los que solía ofrecer con sus métodos antiguos.
A ello se suma también la estrategia de sumar fuerzas, de manera que los agricultores pueden unirse en pequeñas cooperativas para producir a gran escala como si se tratara de un gran productor, agregó al respecto José Perdomo.
Al compartir la experiencia de su país, Guatemala, aseguró que gracias a estas alianzas, los campesinos dejaron de depender de intermediarios, ya que a través de sus alianzas ellos mismos han buscado la manera de hacer camino para sacar sus productos al mercado.
Además, esta unión les ha permitido comprar tecnología que de manera individual les hubiera resultado excesiva, pero de manera compartida les garantiza no solo un gasto menor, sino una mayor producción al compartir tecnología y unir fuerzas.
Agregó que esta alianza incluso podría extenderse a nuevos campos como el agroforestal, ya que, en el caso de México, esta riqueza incluso ayudaría a revertir el gran problema de degradación que presenta la tierra hoy en día.
Al respecto, recordó que hoy en el mundo 25 por ciento de la tierra está degradada y los campos que producían en dichos terrenos se han perdido, lo que hace indispensable voltear a generar una alianza inteligente entre el campo y el bosque.
Esta simbiosis, sin duda, nos puede favorecer al largo plazo tanto a los productores del campo como a los dueños de los bosques y a los habitantes del mundo en general, al garantizar que la tierra se restablezca bajo métodos naturales bien estudiados y aprovechados, concluyó.