7 Marzo de 2021
México.- El desmantelamiento del campamento de la fronteriza ciudad de Matamoros simboliza el fin de la brutal política migratoria del expresidente estadounidense Donald Trump, mientras decenas de personas llegan de nuevo a la localidad buscando cumplir el sueño americano.
Con el paso del último grupo de solicitantes de asilo a Estados Unidos, este viernes las autoridades del Instituto Nacional de Migración y del municipio de Matamoros, aceleraron la limpieza del sitio que por casi dos años fue habitado por centroamericanos, mexicanos y personas de otras nacionalidades.
Lo que en el 2019 «floreció» como un campamento, a orillas del río Bravo, bajo condiciones inadecuadas, quedó reducido a pilas de casas de campaña y toneladas de desechos que se calcula sean removidos en una semana.
«Fue una realidad muy triste, muy trágica, que nunca debió haber existido, pero existió. Ahora se corrigió, esperemos que jamás vuelva a pasar lo que hemos visto aquí», declaró a Efe la coordinadora de Caridades Católicas en el Valle de Texas, Norma Pimentel.
FUTURO INMEDIATO
En el campamento se llegaron a contabilizar más de 2.000 habitantes, pero con el paso del tiempo y el endurecimiento del Protocolo de Protección a Migrantes (MPP en inglés), muchas las familias abandonaron el lugar, mientras que otras, cansadas de las precarias condiciones, alquilaron casas en Matamoros y el número se redujo a 700 migrantes.
En la zona quedaron algunas personas que no han logrado ser llamadas por el Gobierno estadounidense, pero que tendrán que trasladarse a la Casa del Migrante.