9 Enero 2023
México.- Miles de partidarios del expresidente brasileño Jair Bolsonaro que se niegan a aceptar su derrota electoral tomaron por asalto el Congreso, el Supremo Tribunal Federal y el Palacio Presidencial el domingo, apenas una semana después de que el presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva asumiera el cargo.
Los manifestantes sortearon las barricadas de seguridad, treparon a los techos, rompieron ventanas e invadieron los tres recintos, los cuales se conectan por la gran Plaza de los Tres Poderes en la capital Brasilia. Algunos piden la intervención militar para reinstaurar a Bolsonaro en el poder o para destronar a Lula.
En una conferencia de prensa desde el estado de Sao Paulo, Lula dijo que Bolsonaro había alentado el levantamiento de quienes calificó de “fanáticos fascistas”, y leyó un decreto recién firmado para que el gobierno federal asuma el control de la seguridad en el Distrito Federal.
“No hay precedente para lo que hicieron, y estas personas deben ser castigadas”, manifestó Lula.
Imágenes del canal de televisión Globo News mostraban a los manifestantes vistiendo los colores verde y amarillo de la bandera nacional, que también han llegado a simbolizar el movimiento conservador de la nación, y que fueron adoptados por los partidarios de Bolsonaro.
El expresidente se ha enfrentado repetidamente con los jueces del Supremo Tribunal Federal, y la sala donde sesionan fue destrozada por los alborotadores. Rociaron mangueras contra incendios dentro del edificio del Congreso y saquearon las oficinas del palacio presidencial. Había ventanas rotas en todos los edificios.
Bolsonaro, que voló a Florida antes de la investidura de Lula, no ha hecho comentarios sobre los acontecimientos del domingo.
La policía lanzó gases lacrimógenos para tratar de recuperar el control de los inmuebles. Cerca de las 18:30 hora local, menos de cuatro horas después de que comenzó el asalto, la televisión mostró imágenes de las fuerzas de seguridad repeliendo a los manifestantes en el STF y haciéndolos marchar por una rampa hacia el palacio presidencial con las manos sujetas a la espalda.
Pero con el daño ya hecho, muchos en Brasil se preguntaban cómo la policía había ignorado abundantes advertencias, si no estaba preparada o si era de alguna manera cómplice. Lula dijo en su conferencia de prensa que hubo “incompetencia o mala fe por parte de la policía, y que habían sido igualmente complacientes cuando los partidarios de Bolsonaro se amotinaron en la capital hace semanas. Prometió que esos agentes serían castigados y expulsados del cuerpo.
Los incidentes recordaron lo ocurrido el 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos, un asalto perpetrado por partidarios del entonces presidente Donald Trump. Diversos analistas políticos alertaron durante meses que lo mismo podría suceder en Brasil, dado que Bolsonaro ha sembrado dudas sobre la fiabilidad del sistema de votación electrónica de la nación, sin ninguna prueba. Los resultados fueron reconocidos por políticos de todo el espectro, así como por decenas de gobiernos extranjeros.
A diferencia de los hechos de 2021 en Estados Unidos, es posible que hubiera poco personal en el Congreso y en el Supremo Tribunal Federal por ser domingo.
Videos difundidos en redes sociales horas antes mostraban una presencia limitada de la policía militar de la capital. En uno de ellos se veía a agentes de pie mientras la gente inundaba el Congreso, y a uno de ellos utilizando su teléfono para grabar imágenes. La Secretaría de Seguridad de la capital no respondió de momento a una solicitud de The Associated Press para comentar sobre la relativa ausencia de policía.