29 diciembre 2023
México.- Las fuerzas israelíes bombardearon el jueves ciudades, poblados y campos de refugiados en distintos puntos de Gaza, dejando decenas de muertos como parte de una ofensiva aérea y terrestre contra Hamás que se ha expandido hacia buena parte del territorio y ha obligado a miles de personas a huir de sus casas.
La guerra ya ha cobrado la vida de más de 20,000 palestinos y ha obligado a cerca del 85% de los 2.3 millones de habitantes a abandonar sus hogares. La mayor parte del norte de Gaza ha quedado devastado, prácticamente despoblado y aislado del resto del territorio durante semanas.
Israel ha prometido desmantelar a Hamás -que sigue ofreciendo resistencia, incluso en el norte- y llevar de regreso a casa a los más de 100 rehenes que mantienen los milicianos después de su ataque del 7 de octubre en el sur de Israel, el cual dejó unos 1,200 muertos, en su mayoría civiles.
Israel ha ignorado los llamados internacionales de un cese del fuego, asegurando que ello representaría un triunfo para Hamás.
Si bien Estados Unidos ha ofrecido apoyo vital para la ofensiva, también ha instado a Israel a que tome mayores medidas para resguardar a la población civil y permitir el ingreso de más ayuda. Pero los trabajadores humanitarios afirman que la cantidad de alimentos, combustible y suministros médicos que entran al territorio son insuficientes para satisfacer las necesidades. Además, uno de cada cuatro palestinos en Gaza padece hambruna, según funcionarios de Naciones Unidas.
Un ataque aéreo israelí sobre una residencia en el poblado de Beit Lahia dejó a por lo menos 21 personas sepultadas, entre ellas mujeres y niños, dijo un familiar.
Rami Abu Mosab, joven residente del campo de refugiados de Bureij, planea quedarse en el mismo lugar.
“La muerte está aquí y allá”, dijo. “Es mejor morir en tu hogar”.