14 noviembre 2023
México.- En los primeros días y horas después del horrendo ataque de Hamás contra civiles israelíes el 7 de octubre, el presidente Joe Biden hizo declaraciones contundentes y expresó un apoyo incondicional a un viejo aliado de Estados Unidos.
Ahora, un mes después, ese respaldo inequívoco ha dado paso a las complejidades y a la asoladora cantidad de víctimas de la guerra, y el gobierno de Biden le implora a Israel que refrene algunas de sus tácticas para aliviar el sufrimiento de los civiles en Gaza.
A medida que la condena al conflicto ha ido en aumento en todo el mundo, y ha avivado percepción anti-israelí, el mandatario también se enfrenta a los límites de la capacidad de Estados Unidos para influir en el resultado —no solo de la guerra, sino de lo que viene después.
“No hay regreso al statu quo tal como era el 6 de octubre”, dijo Biden tres semanas después del ataque. Pero incluso si Israel logra incapacitar o erradicar a Hamás, también habrá la necesidad de un cambio en Washington, donde dos gobiernos federales sucesivos han intentado gestionar el conflicto en Oriente Medio y donde ha faltado voluntad política para encontrar formas de ponerle un fin.
Y, no obstante, el camino a seguir es, en el mejor de los casos, incierto. “No es del nada claro si habrá un ‘nuevo amanecer’”, dijo Shibley Telhami, profesor Anwar Sadat para la Paz y el Desarrollo en la Universidad de Maryland. Señaló que esto podría ser “un período prolongado de violencia en una escala diferente durante muchos, muchos meses o años por venir”.