15 mayo 2023
México.- Milicianos palestinos dispararon un cohete contra el sur de Israel ayer domingo, menos de 24 horas después de que se declarara un cese del fuego que ponía fin a un enfrentamiento que duró cinco días en el que murieron 33 palestinos y dos personas en Israel.
El cese del fuego parecía mantenerse antes del lanzamiento del domingo, que según el ejército cayó en una zona abierta del sur de Israel. No hubo reivindicación de la autoría ni respuesta israelí inmediata.
Pero el lanzamiento puso a prueba la tregua negociada por Egipto.
La última ronda de enfrentamientos en Gaza se desencadenó el martes, cuando aviones israelíes mataron a tres altos mandos del grupo militante Yihad Islámica en respuesta a anteriores lanzamientos de cohetes desde Gaza. Estos asesinatos desencadenaron un aluvión de misiles palestinos y la conflagración amenazó con arrastrar a la región a otra guerra total, hasta que Egipto medió en un cese del fuego que se hizo efectivo a última hora del sábado.
Aunque la calma pareció aliviar a los dos millones de habitantes de Gaza y a los cientos de miles de israelíes que en los últimos días habían permanecido confinados en refugios antiaéreos, el acuerdo no abordó en absoluto los problemas subyacentes que han alimentado las numerosas rondas de enfrentamientos entre Israel y los grupos militantes palestinos en la Franja de Gaza a lo largo de los años.
En Gaza, los residentes examinaron los últimos daños causados a su entorno, con enormes agujeros dejados en los apartamentos que servían de escondite, según Israel, a los seis miembros de alto rango de la Yihad Islámica muertos durante esta ronda. El principal paso fronterizo de Gaza con Israel se reabrió el domingo tras las advertencias de que mantenerlo cerrado obligaría a cerrar la única central eléctrica de Gaza, lo que agravaría la crisis energética.
Israel estaba levantando gradualmente las restricciones impuestas a los residentes en el sector sur, que había soportado la peor parte del lanzamiento de cohetes.
Las autoridades israelíes expresaron su satisfacción por la última batalla, en la que murieron al menos seis miembros de la cúpula de la Yihad Islámica en lo que, según ellas, fueron ataques precisos basados en información sólida.