21 febrero 2024
México.- El Programa Mundial de Alimentos informó el martes que ha suspendido las entregas de alimentos en la aislada zona septentrional de Gaza debido al aumento del caos en todo el territorio, lo que hace temer una posible hambruna. Un estudio de la agencia de la ONU para la infancia advirtió que uno de cada seis niños del norte sufre desnutrición aguda.
La entrada de camiones de ayuda en el asediado territorio palestino se ha reducido a menos de la mitad en las últimas dos semanas, según cifras de la ONU. Los trabajadores humanitarios y de la ONU afirmaron que la entrada de camiones y la distribución se han visto obstaculizadas por la incapacidad israelí de garantizar la seguridad de los convoyes en medio de sus bombardeos y su ofensiva terrestre, así como por el colapso de la seguridad, ya que los palestinos, que están padeciendo hambre, se abalanzan con frecuencia sobre los camiones para llevarse los alimentos.
El debilitamiento de la operación de ayuda amenaza con agravar la miseria en todo el territorio, donde la ofensiva aérea y terrestre de Israel que lanzó en respuesta al ataque de Hamás del 7 de octubre ha matado a más de 29.000 palestinos, arrasado barrios enteros y desplazado a más del 80% de sus 2,3 millones de habitantes.
En los dos últimos días se han intensificado los combates y los bombardeos israelíes en zonas del norte de Gaza que, según el ejército israelí, habían quedado prácticamente libres de Hamás hace semanas. El ejército ordenó el martes el desalojo de dos barrios en el extremo sur de Ciudad de Gaza, un indicio de que los combatientes palestinos siguen oponiendo una fuerte resistencia.
El norte, incluida Ciudad de Gaza, ha estado aislado desde que las tropas israelíes lo invadieron por primera vez a finales de octubre. Grandes porciones de la ciudad han quedado reducidas a escombros, pero varios cientos de miles de palestinos siguen en gran medida aislados de la ayuda.
Los habitantes describen condiciones similares a la hambruna, en las que las familias se limitan a una comida al día y a menudo recurren a mezclar forraje para animales con cereales y hacer pan.
“La situación supera lo imaginable”, afirmó Soad Abu Hussein, viuda y madre de cinco hijos que encontró cobijo en una escuela del campamento de refugiados de Jabaliya.