13 Noviembre 2022
México.- Miles de personas se congregaron este sábado en diversos países del mundo, entre ellos en Egipto, que acoge estos días la Cumbre del Clima (COP27), para pedir justicia climática y energética, así como la protección de los derechos humanos.
En Egipto, más de 500 activistas climáticos, según estiman las organizaciones ecologistas, marcharon este sábado dentro del recinto de la COP27, tras un “consenso mayoritario” de no emplear el espacio habilitado por la presidencia egipcia para protestas.
Durante las diferentes protestas que se sucedieron en la cumbre del clima de la ONU, que acoge la ciudad egipcia Sharm el Sheij, las ONG exigieron compromisos de financiación para reparar los daños y las pérdidas ocasionadas por los impactos climáticos, así como mantener el objetivo de no superar el grado y medio de calentamiento del planeta.
El coordinador de movilizaciones de Greenpeace, Pablo Chamorro, explicó que la mayoría de acciones y marchas ocurrieron en el interior del recinto de la COP27, tras un “consenso mayoritario” por parte de la sociedad civil de no usar el lugar que en esta cumbre del clima -a diferencia de las anteriores, donde sí se podía protestar en la calle- se había reservado para protestas.
En España, miles de personas unieron sus voces y se manifestaron en una veintena de ciudades con el objetivo de exigir “acciones reales” para alcanzar la justicia climática y energética.
La marcha en la capital española, Madrid, bajo el lema ‘Justicia climática y energética ya. Exigimos acción’, congregó a más de 5.000 personas según los organizadores y a un millar de ciudadanos según datos de la Delegación del Gobierno de en Madrid.
Otro de los países en los que se han producido reivindicaciones este sábado fue Alemania, donde unos 2.200 activistas medioambientales protestaron contra la prevista demolición del pueblo de Lützerath (oeste) para proceder a la explotación de una mina de lignito a cielo abierto en el Land alemán de Renania del Norte-Westfalia, el más poblado del país.
Los manifestantes exigieron que se replantee el acuerdo alcanzado entre los poderes locales y el consorcio energético, autorizado tanto por el gobierno regional y el federal, que implicará la desaparición de esta localidad.
En Portugal, cientos de personas se manifestaron en Lisboa en la Marcha por el Clima e irrumpieron en un edificio donde se encontraba el ministro de Economía, António Costa Silva, para pedir su dimisión.