20 abril 2024
México.- Israel e Irán restaron importancia el viernes a un presunto ataque aéreo israelí cerca de una base aérea y sitio nuclear en el centro de Irán, lo que apunta a que los dos acérrimos enemigos están dispuestos a evitar que su último estallido de violencia se convierta en una guerra total en toda la región.
Pero el resultado de semanas de tensiones —que incluyeron un supuesto ataque israelí que mató a dos generales iraníes, una andanada de misiles iraníes sin precedentes sobre Israel y el aparente ataque israelí a primera hora del viernes en el centro de Irán— hizo poco por resolver los agravios más profundos entre los enemigos y dejó la puerta abierta a nuevos enfrentamientos
“Parece que estamos más cerca que nunca de una gran guerra regional, a pesar de que la comunidad internacional probablemente hará un gran esfuerzo para reducir las tensiones en torno al caso”, escribió Amos Harel, comentarista de asuntos militares del diario israelí Haaretz.
Las autoridades dijeron que las defensas aéreas dispararon contra una importante base aérea cerca de Ispahán, que desde hace tiempo alberga la flota iraní de F-14 Tomcats de fabricación estadounidense, adquiridos antes de la Revolución Islámica de 1979.
En Ispahán también se encuentran instalaciones relacionadas con el programa nuclear iraní, como la planta subterránea de enriquecimiento de Natanz, que ha sido blanco en repetidas ocasiones de presuntos sabotajes israelíes. El aparente atentado del viernes coincidió con el 85to cumpleaños del líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei.
La televisión estatal describió todos los emplazamientos atómicos iraníes en las zonas como “totalmente seguros”. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) también afirmó que no se había producido “ningún daño” en las instalaciones nucleares iraníes.
Las autoridades iraníes no mencionaron la posible implicación israelí. Esto podría ser intencionado, sobre todo después de que funcionarios iraníes llevaran días amenazando con responder a cualquier ataque de represalia israelí contra la nación.
Israel tampoco hizo comentarios sobre el aparente ataque, aunque un ministro del gobierno de línea dura, Itamar Ben-Gvir, insinuó su descontento, con un tweet de una palabra a primera hora del viernes, utilizando una palabra del argot para débil, o cojo.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, indicó que Washington no estaba implicado en ningún ataque y estaba comprometido a trabajar a favor de una “desescalada” en la región. “No voy a hablar de eso salvo para decir que los Estados Unidos no ha participado en ninguna operación ofensiva”, agregó el funcionario.