13 Octubre de 2022
México.- La Asamblea General de la ONU aprobó con una contundente mayoría una resolución para condenar los “referendos ilegales” llevados a cabo en cuatro regiones ucranianas y los intentos de Rusia de anexionarse esos territorios.
El texto recibió 143 votos a favor, 35 abstenciones (entre otros de China, Sudáfrica, India y Cuba) y únicamente 5 votos en contra (Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Nicaragua y Siria) e ilustró el contundente rechazo internacional a las acciones del Kremlin.
La resolución, que se presentó después de que Rusia vetó una similar en el Consejo de Seguridad de Naciones, demanda a Moscú dar marcha atrás a sus acciones sobre el estatus de las regiones de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón y le exige que retire sus tropas inmediatamente y sin condiciones de Ucrania.
Según la decisión de la Asamblea General, los referendos y las posteriores declaraciones de anexión “no tienen validez alguna según el derecho internacional ni sirven de base para modificar de ninguna manera el estatus de esas regiones de Ucrania”.
Por su parte, Rusia calificó la resolución como un instrumento “politizado y abiertamente provocador” y aseguró que supone un mensaje de confrontación que “podría destruir todos los esfuerzos en favor de una solución diplomática a la crisis”.
“No tiene nada que ver con la protección de la ley internacional y los principios de la Carta de Naciones Unidas. Presentando este borrador, los países occidentales están persiguiendo sus propios objetivos geopolíticos y una vez más tratan de usar a los miembros de la Asamblea General como figurantes”, denunció el embajador ruso, Vasili Nebenzia.
Uno de los argumentos rusos para pedir el “no” fue la idea de que esta resolución dificulta una posible salida negociada al conflicto, postura que usaron países como China para justificar su abstención en la votación.
China, que ha evitado criticar abiertamente la invasión, insistió en que la prioridad internacional debe ser lograr un acercamiento de posturas entre Rusia y Ucrania y promover una solución diplomática, algo a lo que, a juicio de Pekín, no contribuye este texto.
“La única vía para lograr la paz es detener esta agresión, exigir rendición de cuentas y unirnos con convicción para mostrar lo que no vamos a tolerar”, respondió a ese argumento la embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield.