21 Julio de 2022
México.-
Ucrania quiere expulsar a los rusos de su territorio antes del invierno con la ayuda de más armas occidentales para evitar que las tropas enemigas tengan la oportunidad de atrincherarse y fortalecer su defensa, mientras que Rusia ha ampliado la geografía de su campaña militar más allá del objetivo inicial del Donbás.
«Después de (la llegada del) invierno, los rusos tendrán más tiempo para atrincherarse y será más difícil. Nos están arrastrando a eso, pero es muy importante no darles esa oportunidad», dijo Andriy Yermak, el jefe de la oficina del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
«Tenemos delante a un enemigo que nos supera en armas y militares. Tenemos que ganar, pero conservando a la vez el mayor número de vidas posible», dijo en una entrevista.
A pocos días de cumplirse los cinco meses de la «operación especial militar», Rusia anunció que sus objetivos han sufrido cambios y van ahora más allá del control sobre el Donbás.
«Cuando se llevaron a cabo las negociaciones (entre Rusia y Ucrania) en Estambul, teníamos una geografía y nuestra disposición a aceptar la propuesta ucraniana se basaba en esa geografía, la de fines de marzo de 2022. Pero ahora la geografía es otra», declaró el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
Simultáneamente, EU planea entregar más cohetes de precisión HIMARS a Ucrania, que ya están cambiando el curso de la guerra, según las autoridades ucranianas.
Según dijo el secretario de Defensa de EU, Lloyd Austin, durante una nueva reunión del Grupo de Contacto internacional para la Defensa de Ucrania, Washington dará a Kiev cuatro sistemas HIMARS más.
Una de las principales tareas del Ejército ruso y las milicias prorrusas ahora es conquistar el nudo ferroviario de Síversk, en la región de Donetsk, con la mirada puesta en el siguiente objetivo, el gran núcleo urbano ucraniano de Kramatorsk.
Según el representante prorruso, los militares ucranianos se replegaron de la ciudad y ocuparon una nueva línea de defensa, desde la cual castigan con su artillería Síversk.
Las autoridades ucranianas, a su vez, acusaron a las fuerzas rusas de bombardear Kramatorsk y la vecina Sloviansk, para «sembrar pánico» entre la población.