15 Noviembre 2022
México.- El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, realizó el lunes una visita triunfal a Jersón y aseguró que la retirada rusa de la ciudad es el “comienzo del fin de la guerra”, pero también reconoció el alto precio que los soldados ucranianos están pagando en su duro esfuerzo por hacer retroceder la fuerza invasora.
La reconquista de Jersón fue uno de los mayores éxitos de Kiev en los casi nueve meses de invasión rusa. Fue otro duro golpe para el Kremlin y podría convertirse en un trampolín para nuevos avances en el territorio ocupado.
Pero gran parte del este y el sur de Ucrania todavía están bajo control ruso, y la propia ciudad de Jersón permanece al alcance de los proyectiles y misiles rusos. Además, siguen los intensos combates en otras partes del país, y Ucrania ha informado de varias bajas civiles.
Zelenski caminó por las calles de Jersón el lunes, otorgando medallas a los soldados y tomándose fotos con ellos.
“Este es el principio del fin de la guerra”, expresó el presidente. “Estamos llegando paso a paso a todos los territorios temporalmente ocupados”.
Pero también reconoció sombríamente que la lucha hasta el momento “se llevó a los mejores héroes de nuestro país”.
Un video mostraba al presidente devolviendo el saludo a unos vecinos asomados a la ventana de un apartamento. “¡Gloria a Ucrania!”, dijeron, a lo que el grupo de Zelenski, formado por soldados y otras personas, respondió “¡Gloria a los héroes!”.
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, rechazó hacer comentarios el lunes sobre la visita de Zelenski a Jersón, y dijo que “ustedes saben que es territorio de la Federación Rusa”.
Tras la retirada rusa, las autoridades ucranianas dicen haber encontrado pruebas de torturas y otras atrocidades.
En su video del domingo por la noche, Zelenski afirmó sin dar detalles que “los investigadores ya han documentado más de 400 crímenes de guerra, y se han encontrado cuerpos tanto de civiles como de personal militar”.
El final de los ocho meses de ocupación en la ciudad de Jersón ha desencadenado días de celebraciones, pero también ha dejado al descubierto una emergencia humanitaria. La población vive sin agua corriente ni electricidad y faltan comida y medicamentos. Rusia aún controla en torno al 70% de la región.
Los soldados rusos que se quedaron atrás cuando sus comandantes dejaron la ciudad la semana pasada están siendo detenidos, señaló el presidente. También habló sin dar más detalles sobre la “neutralización de saboteadores”.