24 diciembre 2023
México.- Con un puño cerrado al aire y en colores morado y rosa, las “antimonumentas” en la Ciudad de México se han convertido en espacios de denuncia y memoria por las injusticias a las que se enfrentan familiares de víctimas de feminicidio y otros delitos que aquejan a las mujeres, coinciden especialistas y activistas.
En marzo de 2019, la Ciudad de México se convirtió en el primer lugar del país donde se colocó una “antimonumenta”. Ubicada sobre avenida Juárez, frente al Palacio de Bellas Artes, este punto que se fundó entre la rabia y el dolor de las víctimas es ahora también un sitio de recuerdo y apoyo para mujeres.
Edith Olivares Ferreto, directora general de Amnistía Internacional México, dice a El Universal que en los últimos años se ha creado “una suerte de tradición de exigencia” en la que colectivas, organizaciones y habitantes en general, recuperan espacios públicos como forma de exigencia y denuncia de las violaciones a los derechos humanos, así como a la indolencia de parte del Estado.
En septiembre de 2021, la rotonda en la que se ubicaba el monumento a Cristóbal Colón, en Paseo de la Reforma, fue tomada por colectivos que renombraron este sitio como la Glorieta de las Mujeres que Luchan.
La figura de la “antimonumenta” parte de la combinación entre los símbolos de la Diosa Venus (usado como representación de lo femenino) y un puño cerrado, que significa resistencia, solidaridad, orgullo y militancia, según los colectivos.
Tras la colocación de la “antimonumenta” en avenida Juárez, por donde cada día cientos de personas transitan, en el centro de la Ciudad, este símbolo de colores rosa y morado se ha extendido también a otras plazas y puntos de México.
En 2019, el mismo año que se erigió la “antimonumenta” de la Ciudad de México, también se colocaron otras dos en Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México y en San Luis Potosí.