28 abril 2024
México.- El martes se celebra la felicidad, el crecimiento saludable y el futuro de las niñas y niños en México; sin embargo, también son los que sufren más pobreza al compararlos con el resto de la población, señala el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.
En el país hay 17 millones de niños y adolescentes atrapados en la pobreza, de los cuales 8.7 millones, es decir, más de la mitad, viven en Edoméx., Chiapas, Veracruz, Puebla, Oaxaca y Guerrero.
La pobreza comprende aspectos relacionados con las condiciones de vida que vulneran la dignidad de las personas, limitan sus derechos y libertades fundamentales, impiden la satisfacción de sus necesidades básicas e imposibilitan su plena integración social.
En particular, la pobreza infantil y adolescente tiene dos rasgos particulares. El primero es la dependencia de las condiciones de vida de los adultos a su cargo. El segundo, la prolongación de sus efectos a lo largo de la vida de los niños y adolescentes, explicó José Nabor Cruz, secretario ejecutivo del Coneval.
Hizo ver que es más relevante la pobreza que desarrollan niños en las localidades rurales, los que pertenecen a viviendas indígenas, donde hay miembros con discapacidad, o el jefe o jefa del hogar tiene baja de escolaridad.
Entre las carencias que padecen destaca la falta de acceso a la seguridad social, con 58% del total en esta situación, seguido de los servicios de salud, los servicios básicos en la vivienda y la carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, así como la relacionada con el rezago educativo. Dentro de la primera infancia, con cinco años o menos, 45.9% carece de servicios de salud, mientras que, en el caso de los niños de seis a 11 años, la tasa llega a 42.6%.
Nabor Cruz destacó que en los infantes hay riesgos en cuanto a la ocurrencia de enfermedades prevenibles por vacunación, afectaciones a la salud mental y socioemocional, así como el desarrollo de enfermedades y su complicación por padecimientos crónicos.
Las condiciones precarias en los hogares empujan a los infantes a laborar a pesar de su corta edad. En el país hay 3.7 millones de personas de cinco a 17 años que trabajan, señala la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2022 del Inegi.