7 abril 2024
México.- A 132 kilómetros de la costa de San Blas, Nayarit, hay un paraíso: las Islas Marías. Durante más de un siglo funcionó como una prisión, ahora es un centro turístico abierto al público. Pero la belleza de este destino ha quedado eclipsada por la opaca administración de la Secretaría de Marina.
En diciembre de 2022, el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró el Centro de Educación Ambiental y Cultural “Muros de Agua-José Revueltas” en Islas Marías. Su anhelo de transformar este complejo penitenciario, que en algún momento fue conocido como “el infierno del pacífico”, en un espacio recreativo tomaba forma.
Sin embargo, su administración es opaca en el destino de los recursos que genera, incurre en evasión fiscal, es poco transparente y distante de las autoridades culturales.
En un recorrido, El Universal documentó que en ninguno de los servicios y productos que comercializa la Marina dentro de las Islas Marías entregan recibos de compra ni emiten facturas cuando los turistas las solicitan. Estas omisiones están presentes en la renta de bicicletas, la venta de bebidas en el bar, en la tienda de souvenirs y de abarrotes, así como en la tienda a bordo del ferry.
Son miles de pesos que entran cada fin de semana y que no son contabilizados. Sin los recibos, no hay un registro preciso de estas transacciones y su destino. Además, de que una instancia del propio Estado incurre en la evasión fiscal al no proporcionar facturas.
Al cuestionar al personal turístico, que son miembros de la Marina que opera en Islas Marías, sobre la falta de estos comprobantes, se limitan a responder que “no hay”, “no se entregan”, “la máquina está descompuesta”. Pero eso no frena ninguna de las transacciones.
Desde la inauguración del complejo ecoturístico, la empresa de la Marina registra ingresos por 26 millones 596 mil 476 pesos. En 2023, su mejor año, tuvo ventas por 23 millones 805 mil pesos, de acuerdo con informe de Transparencia al que accedió El Universal.