7 enero 2024
México.- David, Esteban, Wisly y Paul son haitianos y desde hace algunas semanas viven en municipios del oriente del Estado de México, donde trabajan en lo que sea para poder obtener ingresos y sobrevivir mientras el gobierno de Estados Unidos les autoriza la petición de asilo político.
David y Esteban son “chalanes” de albañil y laboran en la ampliación de una clínica privada de Valle de Chalco, donde su patrón les paga a cada uno mil 800 pesos a la semana, con lo que cubren la renta de la vivienda que habitan en esa localidad mexiquense y compran comida para los dos.
El idioma es el principal obstáculo que enfrentan porque hablan francés y pocos les entienden, entonces se comunican a señas y con las pocas palabras que han aprendido del español, dijo Miguel Ángel Morales, quien los contrató hace tres semanas.
Wisly, de 33 años, aprendió español durante su paso por República Dominicana y llegó a Valle de Chalco hace unas semanas para trabajar en un taller mecánico, donde arregla autos, como lo hacía en su país de origen. Vive en la colonia Concepción con su esposa e hijo de tres años de edad y sólo esperan la anuencia del gobierno estadounidense para emprender el viaje a aquella nación.
“Yo no tengo problemas con nadie, yo estoy bien aquí con mi familia y me siento contento en este lugar”, dijo mientras esperaba que llegara algún auto para revisarlo y repararlo.
“Estamos bien aquí, pero hace mucho frío, en Haití hace mucho calor. Esperamos la cita para irnos a Estados Unidos”, contó con su español pausado.