25 de agosto de 2017
Consumado, en abril pasado, el más reciente de sus fracasos “políticos” cuando, forzado por la presión de vecinos, el panista alcalde de Huixquilucan Enrique Vargas del Villar debió cancelar la construcción de un monumental templo —“la catedral de la Cienciología a nivel latinoamericano”, a decir de sus dirigentes— en instalaciones de un antiguo centro comercial en Lomas de Las Palmas, en el Estado de México, la secta fundada a mediados del pasado siglo por Lafayette Ronald Hubbard volvió a la carga, en busca del reconocimiento como asociación religiosa…
Hace apenas unos días, a mediados del mes en curso, efectivamente, el Diario Oficial de la Federación formalizó el anuncio sobre el nuevo intento que la llamada Iglesia de Scientology. Cienciología de México inició ante Gobernación de Miguel Ángel Osorio Chong, ante la Dirección General de Asuntos Religiosos de Arturo Díaz de León, dependiente de la subsecretaría a cargo de Humberto Roque Villanueva en particular, con miras a alcanzar, ahora sí, el (anhelado) statss que, de manera consistente, en tres ocasiones, al menos, —1998, 2011 y 2013— el gobierno mexicano le ha negado por décadas.
Ya en enero de 2013, cuando por primera ocasión nos ocupamos aquí de la referida “Iglesia” —Cienciología aquí, no…— destacábamos que si la naciente administración había expedido una resolución en contra de la pretensión de aquella de ser reconocida como Asociación Religiosa, ello no era más que una evidencia clara de oficio (sensibilidad) político del nuevo régimen y claro, del superior interés que tenía de mantener una buena relación con la Iglesia católica, con no pocos de cuyos jerarcas —a nivel Vaticano, incluso— el propio presidente Enrique Peña Nieto mantenía entonces relación.
Hoy, en el inicio del fin del actual sexenio, el gobierno vuelve a ser emplazado a avanzar en la búsqueda de alternativas para aprobar… o negar la referida solicitud, teniendo a la vista, y no sobra mencionarlo, un proceso electoral, el de 2018, al que propios y extraños, desde ya, califican como el más disputado y controversial de las últimas décadas y en el cual, por si algo hiciera falta, el priismo no es, ni con mucho según los más recientes sondeos, la opción favorita para la mayoría de los potenciales electores.
Difícil momento éste, entonces, para las autoridades encargadas de sopesar el expediente y tomar decisiones respecto de un “credo” sobre el que, huelga recordar, no son escasos los estudios de especialistas e investigadores de, prácticamente, todo el mundo que cuestionan no sólo su naturaleza sino, esencialmente, su manera de operar.
Veremos.
ASTERISCOS
* Vaya buen sabor de boca… ¡Sin ser presidenciable!, el que entre senadores del Verde dejó el mandamás en el Instituto Mexicano del Seguro Social, Mikel Arriola, que hasta en tres ocasiones debió interrumpir su presentación sobre la renovada realidad del Instituto a su cargo. Los aplausos, cuando se refirió a rescate financiero del organismo, al pago de pensiones garantizado y, también, al abasto oportuno de medicamentos en clínicas y hospitales.
* Si bien no serán cuatro como dijimos, sino seis los secretarios de Estado invitados a la plenaria senatorial del tricolor, lo cierto es que a decir de su coordinador Emilio Gamboa, sólo Aurelio Nuño, José Antonio Meade, MiguelOsorio Chong y José Narro, son presidenciables. Los otros dos serán Ildefonso Guajardo de Economía y Pedro Joaquín Coldwell de Energía.
* Cansado, al parecer, de ver cómo el perredismo ignora sus llamados a renovar su dirigencia, encabezada por la interina del interino Alejandra Barrales, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de Janine Otálora Malassis dio ya un “último” plazo de siete días al sol azteca para que convoque a sesión para cumplir tal mandato. A ver si ahora…
Veámonos aquí el domingo, con otro asunto De naturaleza política.
Twitter:@EnriqueArandaP