De naturaleza política
26 de Febrero de 2017
Si bien la sola filtración de que sería él, nadie más, quien ocupe la dirigencia de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) suscitó toda suerte de especulaciones y opiniones en contra, lo cierto es que el arribo de José Murat Casab a la estratégica posición es ahora inevitable, en razón de ser éste el primero de muchos cambios que, a la vista de la realización de la XXII Asamblea Nacional, hará el comando del Revolucionario Institucional que, huelga decir, tiene en el presidente Enrique Peña Nieto y el nuevo titular de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, a sus verdaderos dirigentes.
Así, el retorno del siempre polémico exgobernador oaxaqueño a la escena política debe ser visto más como un movimiento de índole explícita, claramente futurista y no, como en algunos ámbitos oficiales se pretende hacer creer, como producto de una decisión orientada a fortalecer al otrora poderoso sector popular priista que, en los últimos tiempos, tuvo en la senadora Cristina Díaz a una dirigente aplicada al cumplimiento de la encomienda recibida, aunque con muy escasa presencia pública y menor incidencia en la realidad política.
Con visión futurista, insistamos, teniendo en la próxima XXII Asamblea, en cuanto que escenario de la previsible confrontación de las distintas —“cuatro, al menos…”— tribus surgidas al amparo del deterioro del tricolor y del gobierno, en lo que a la definición de las reglas para designar candidato presidencial se refiere, un primer punto de llegada y, luego, en la campaña propiamente dicha y los comicios de junio de 2018 en los que el priismo buscará refrendar su estadía en la residencia oficial de Los Pinos.
Murat es ahora, como lo fue desde la anterior campaña presidencial y el inicio de gestión del actual gobierno sexenal, particularmente durante la negociación del llamado Pacto por México, un alfil, muy probablemente el más experimentado y eficiente de los muchos que forman en las filas del videgarayismo, cuyo titular, tras su retorno al gabinete presidencial como responsable de la diplomacia, parece no sólo haber retomado sus aspiraciones de jugar, él o con alguno de los suyos, sucesorias y, sin duda, el timón político de la administración… en el supuesto de que en algún momento dejó de tenerlo en sus manos.
La necesidad de contar con cuadros con las características del exgobernador entonces, en lo que a operación y manejo político —“tan (notablemente) ausentes en quienes forman en el grupo partidista representante del gobierno”— refiere, constituye una de las razones, cuando no la única y más determinante, de su inminente incorporación en el manejo de una de las estructuras centrales del PRI cuando, en el interior del mismo, comienza a anunciarse la que no pocos han dado en llamar “la madre de todas las batallas…” (del oficialismo, claro).
Asteriscos
* Al margen de consideraciones de otra índole, nada falso dijo ayer la más aventajada entre los aspirantes panistas a la candidatura presidencial, Margarita Zavala, cuando, ante más de un millar de exfuncionarios en el foxismo ycalderonismo, rechazó que el eventual triunfo de Andrés Manuel López Obradoren 2018 “sea inevitable…” o bien, cuando aseguró que, hoy, la única que puede derrotar electoralmente al tabasqueño es ella…
* Ignoradas por el cuestionado Miguel Ángel Mancera Espinosa, las organizaciones promotoras de un plebiscito para anular la recién aprobada Constitución de la Ciudad de México —Ciudad Posible de José Luis Lüege, Unión Nacional de Padres de Familia de Consuelo Mendoza y Coordinadora Ciudadana, entre otras— llevaron ahora reclamo al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de Janine Otálora Malassis.
Veámonos aquí mañana, con otro asunto De naturaleza política.