10 de septiembre de 2017
Cartagena, Colombia.- El Papa Francisco, en su última eucaristía durante su visita a Colombia, destacó hoy el esfuerzo de las víctimas de la guerra para perdonar, a pesar de las “terribles heridas” que les dejó el conflicto armado de 53 años.
“En estos días escuché muchos testimonios de quienes han salido al encuentro de personas que les habían dañado. Heridas terribles que pude contemplar en sus propios cuerpos; pérdidas irreparables que todavía se siguen llorando, sin embargo han salido, han dado el primer paso en un camino distinto», dijo Francisco.
Aseguró que “Colombia hace décadas que a tientas busca la paz y, como enseña Jesús, no ha sido suficiente que dos partes se acercaran, dialogaran; ha sido necesario que se incorporaran muchos más actores a este diálogo reparador de los pecados».
“Hemos aprendido que estos caminos de pacificación, de primacía de la razón sobre la venganza, de delicada armonía entre la política y el derecho, no pueden obviar los procesos de la gente. No se alcanza con el diseño de marcos normativos y arreglos institucionales entre grupos políticos o económicos de buena voluntad”, afirmó.
Agregó que “siempre es rico incorporar en nuestros procesos de paz la experiencia de sectores que, en muchas ocasiones, han sido invisibilidades, para que sean precisamente las comunidades quienes coloreen los procesos de memoria colectiva. ‘El autor principal, el sujeto histórico de este’”.
Recordó que Cartagena “ha sido llamada ‘la heroica’ por su tesón hace 200 años en defender la libertad conseguida” y agregó que esta ciudad en el caribe colombiano, desde hace 32 años es la sede de los derechos humanos.
En Cartagena su pueblo se valora «gracias al equipo misionero formado por los sacerdotes jesuitas Pedro Claver y Corbero, Alonso de Sandoval y el Hermano Nicolás González, acompañados de muchos hijos de la ciudad de Cartagena de India».
En el siglo XVII nació “la preocupación por aliviar la situación de los oprimidos de la época, en especial la de los esclavos, por quienes clamaron por el buen trato y la libertad”.
“Las heridas hondas de la historia precisan necesariamente de instancias donde se haga justicia, se de posibilidad a las víctimas de conocer la verdad, el daño sea convenientemente reparado y haya acciones claras para evitar que se repitan esos crímenes”, apuntó.
Señaló que “a nosotros se nos exige generar desde abajo un cambio cultural. A la cultura de la muerte, de la violencia, respondemos con la cultura de la vida, del encuentro”.
Francisco celebró la última eucaristía en la zona industrial de Cartagena, ante miles de fieles que escucharon los mensajes de paz, perdón y reconciliación que fueron reiterativos en todos sus actos públicos en Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena.
El pontífice, quien llegó a Bogotá el pasado 6 de septiembre, termina este domingo su visita pastoral a Colombia y partirá a Roma desde el aeropuerto internacional de esta ciudad a las 19:00 horas locales (22:00 GMT).