12 de abril de 2017
A pocas horas del inicio de las celebraciones de Semana Santa, las inmediaciones del Vaticano fueron blindadas por las fuerzas de seguridad, en coincidencia con la catequesis semanal del Papa.
Desde las primeras horas de esta mañana, la Plaza de San Pedro y las calles aledañas fueron resguardadas por elementos del ejército italiano, la policía militar de los Carabinieri, la Policía de Estado, la Policía Municipal y la Guardia de Finanza.
Los uniformados fueron acompañados por numerosos patrulleros, camionetas blindadas y vehículos anfibios camuflados del ejército.
Los militares, además, mostraron en todo momento armas de alto poder.
Los puestos de vigilancia fueron colocados en zonas estratégicas como la Piazza del Risorgimento, la Via della Conciliazione y los diversos accesos a la plaza vaticana. Además, los peregrinos que se dirigieron a la Santa Sede para asistir a la audiencia general de los miércoles debieron pasar un doble control de seguridad.
Todas las mochilas y carteras fueron revisadas primero, los asistentes debieron pasar también por arcos detectores de metales.
El operativo incluyó el cierre de varias calles de Roma con vallas metálicas formando un perímetro que ninguna persona podría atravesar sin ser detalladamente revisada.
Este operativo fue un reforzamiento de las estrategias de seguridad puestas en práctica con motivo del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, que duró buena parte del año 2016 e incluyó numerosos actos multitudinarios con el Papa.
Pese a las vistosas medidas de seguridad, Francisco realizó –como todos los miércoles- su tradicional giro a bordo del papamóvil y en medio de la multitud, parándose más de una vez para saludar a los peregrinos.
Desde hace meses y tras el aumento de los atentados terroristas en diversos países europeos, cambió drásticamente el tráfico de vehículos por el Vaticano.
Via della Conciliazione, la gran avenida que une la Plaza de San Pedro con Roma fue cerrada al tránsito casi en su totalidad por la colocación de grandes macetas de concreto al inicio.
Esto impediría que algún terrorista quiera lanzar un coche a alta velocidad sobre las multitudes que ahí se reúnen cotidianamente. Además, otras calles fueron cerradas y protegidas con puestos de vigilancia fijos.
Según lo previsto, todo se reforzará en estos días de Semana Santa.