Como homenaje a su labor a favor de lo derechos humanos de las mujeres, en sesión solemne, el Senado de la República entregó el reconocimiento “Elvia Carrillo Puerto” a la doctora Gloria Ramírez Hernández.
La encargada de entregar el galardón fue la senadora Blanca Alcalá Ruiz, en su calidad de presidenta en funciones de la Mesa Directiva.
Tras recbir la distinción, Ramírez Hernández dijo que en materia de igualdad de género hay avances, pero aún hay mucho por hacer
“Este reconocimiento del Senado es importante porque hace visible el papel de la mujer en la historia, y en la reconstrucción de un México con un nuevo paradigma, no el de la protección, no el de la tutela, sino el del empoderamiento y la igualdad”.
Señaló que el Estado mexicano ya entregó el informe de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) de la Organización de las Naciones Unidas, pero solicitó que se trabaje en la firma de la Convención 189, sobre las trabajadoras migrantes, que no tienen una categoría digna.
Subrayó que es importante que el Senado tipifique la violencia política, porque ha sido un obstáculo para que las mujeres accedan a los derechos políticos; y destacó que el dictamen que se discutirá es producto de múltiples sinergias, pero las senadoras han realizado un papel importante.
La senadora Alcalá Ruiz indicó que al conmemorar el Día Internacional de la Mujer se señalan los adelantos en materia de igualdad de género, pero también es una oportunidad para evaluar el estado de exclusión y discriminación que aún existe hacia las mujeres en el mundo y en México.
En el mundo de la política, como en otras esferas, la incursión de la mujer ha sido compleja, pero quizás en esta materia, aún mucho más, explicó; “a veces se nos ha considerado como acompañamiento de las decisiones de los hombres, en otras, se nos ha calificado de ruidosas y conflictivas con respecto a nuestras demandas”, apuntó.
Es innegable que las mujeres ocupan cada vez más espacios en la política, señaló, pero “entre más participamos, padecemos mayor violencia, y entre más alto son los cargos, también son menos las mujeres”.
Subrayó que es tiempo de garantizar la participación de las mujeres, y además de ser en condiciones de paridad, debe basarse en justicia e igualdad sustantiva; porque la igualdad, si no es real, objetiva, exigible o judicializable no es igualdad, abundó.
En tribuna, la senadora Diva Hadamira Gastélum Bajo, presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, solicitó que el reconocimiento “Elvia Carrillo Puerto” tenga un estatus similar a la Medalla Belisario Domínguez; propuesta que será analizada por la Mesa Directiva del Senado.
Destacó que en el Senado de la República hubo voluntad política para trabajar en un dictamen que busca terminar con la violencia política por razones de género; “el avance no lo podemos negar, pero el déficit que todavía tienen las mujeres mexicanas en política es importante”, refirió.
¿Quién fue Elvia Carrillo Puerto?
Elvia Carrillo Puerto, una mujer yucateca, fue no sólo una clásica soldadera de la revolución; sino una mujer socialista a la altura de su tiempo y de las mejores mentes del momento. También conocida como “la monja roja del mayab”, por sus ideales socialistas, luchó incansablemente por la reivindicación de los derechos políticos de las mujeres.
Fue su dedicación al feminismo socialista, la bandera que enarboló cual religión socialista lo fue hasta la muerte. Luchó siempre contra el fanatismo religioso y a favor del libre albedrío sobre nuestros cuerpos. Nació en Motul, de Carillo Puerto, Yucatán, población situada a 44 kilómetros de Mérida, el 6 de diciembre de 1878.
En 1967, Elvia Carrillo Puerto muere en la Ciudad de México a la edad de 90 años. Desde entonces se le reconoce como una revolucionaria socialista y feminista, que luchó durante toda su vida por los derechos de la mujer, de las indígenas, de las campesinas, las campesinas mayas de su estado natal y por las miles de mujeres obreras mexicanas.