25 de abril de 2017
- Conmemoran en el Senado de la República 40 años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas.
- México y España no sólo son socios y aliados, sino naciones hermanas: senador Rabindranath Salazar Solorio.
En la conmemoración de los 40 años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y España, el presidente del Senado de la República, Pablo Escudero Morales, afirmó que ambas naciones continuarán trabajando para profundizar nuestra amistad, así como los mecanismos de diálogo, intercambio y cooperación bilateral.
El senador mexicano refirió que el 28 de marzo de 1977 México y el Reino de España decidieron restablecer relaciones diplomáticas, luego estar suspendidas por más de tres décadas tras concluir la guerra civil española en 1939.
Asentó que esta decisión acercó nuevamente a dos naciones unidas por vínculos históricos y una herencia cultural común que van más allá de la distancia geográfica que nos separa.
Dijo que a partir del exilio español fueron fundadas grandes instituciones mexicanas, como el Colegio de México, y personajes de la diplomacia mexicana, como don Gilberto Bosques, contribuyeron a mantener la cercanía entre los pueblos, aún en los momentos más difíciles para la comunicación y el diálogo entre los gobiernos.
Son evidentes los excelentes resultados derivados de los intercambios económicos, comerciales y de inversión: México es la octava economía de mayor importancia para España, el primer destino de las exportaciones españolas en América Latina y el primer inversor latinoamericano.
Los dos países, además, han desarrollado vínculos de cooperación en materia educativa, cultural, científica, tecnológica, turística y energética. Juntos, asentó Pablo Escudero, “hemos concertado posiciones conjuntas en espacios multilaterales a fin de alcanzar soluciones tanto a los desafíos globales, como aquellos que aquejan a la región iberoamericana2.
“Ambos países continuaremos forjando una visión de colaboración para el futuro, trabajando para profundizar nuestra amistad y aprovechando las perspectivas que ofrece la interacción bilateral para honrar a don Marcelino Oreja Aguirre, a todos a quienes desde ambos lados del Atlántico han luchado por ver este sueño de amistad, diálogo, intercambio y cooperación hecho realidad”.
En la conmemoración, que se llevó a cabo en el Salón de la Comisión Permanente del Senado, se impartió la conferencia magistral “Reencuentro España-México, 40 años después”, impartida por el presidente de honor de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Marcelino Oreja Aguirre.
Al respecto, el embajador de España en México, Luis Fernández-Cid de las Alas Pumariño, manifestó que la experiencia y pericia del embajador Oreja Aguirre coadyuvaron a la formación y consolidación de la nueva democracia española.
A partir de marzo de 1977, refirió, con México se impulsó una relación bilateral, cuyo último testigo es la exitosa décimo segunda comisión binacional que se ha celebrado en Madrid, la semana pasada.
“Muchas felicidades por celebración de unas relaciones absolutamente ejemplares, profundas y de amistad verdadera”, expresó el embajador.
El senador Rabindranath Salazar Solorio aseveró que México y España no son sólo socios y aliados, sino naciones hermanas y más allá de los puntos comunes sobre historia, cultura e idioma compartidos, esta relación se caracteriza por un extraordinario diálogo y por una estrecha colaboración entre otros actores como empresarios y la sociedad civil.
Actualmente, agregó, “la relación bilateral está en su mejor momento, hemos mantenido un crecimiento constante durante estos 40 años y hemos consolidado una relación de socios tanto en el ámbito político, económico y de inversión”.
“Estamos viviendo un momento trascendental, el marco creado a través de estos años de amistad permite que México y España generen ambiciosos planes para las relaciones futuras en beneficio de nuestra sociedad y sus próximas generaciones”, sostuvo.
En su conferencia magistral, Marcelino Oreja Aguirre recordó que, en la transición política, España recupero sus libertades públicas, transformándose en un Estado democrático de derecho, y en el ámbito exterior se abrió el camino para la normalización de las relaciones diplomáticas con diversos países.