16 de octubre de 2017
Bruselas.– La Unión Europea (UE) suspendió la cooperación en materia de Defensa y cortó los contactos con el comandante en jefe y otros altos funcionarios de la junta militar que dirige Myanmar, en respuesta a la violencia contra la minoría musulmana Rohingya.
Más de 500 mil miembros de esa comunidad han huido de Myanmar al vecino Bangladesh en las últimas semanas, acusando al ejército de incendiar pueblos enteros y disparar contra civiles.
«Cuando tanta gente es desplazada tan rápidamente esto indica fuertemente una acción deliberada para expulsar a una minoría», señalaron los ministros de Asuntos Exteriores de la UE en una reunión en Bruselas.
Los Veintiocho señalaron la relevancia del embargo de armas y equipamientos usados para la represión ya vigentes en contra de Myanmar y afirmaron que prevén sanciones adicionales si no mejore la situación.
Los cancilleres urgieron al gobierno de Myanmar a poner fin a las operaciones militares, permitir el regreso ‘con seguridad y dignidad’ de los desplazados y autorizar el reparto de ayuda humanitaria.
La junta militar debe ‘proteger a todos los civiles sin discriminación’ y ‘tomar las medidas necesarias para disipar la tensión’ entre las diferentes comunidades del país, añadieron.
La concesión de ciudadanía a los Rohingya es vista por la UE como punto ‘crucial’ en ese proceso.
Al mismo tiempo, las denuncias “creíbles” de abusos y violaciones de los derechos humanos deben ser “profundamente investigadas”, en cooperación con la misión internacional independiente del Consejo de Derechos Humanos, defendieron los ministros europeos.