30 Junio 2022
México.- Al pensar en Winona Ryder es inevitable no asociarla a papeles que protagonizó en los 90, pues fue una de las actrices que mejor plasmó la personalidad de la generación X, representada por el cinismo, idealismo y los sueños. Su relación con Johnny Depp es otra de los temas que, aun hoy, la persiguen, al ser de las parejas más queridas en Hollywood, y es hasta ahora que reconoce la etapa tan difícil que atravesó tras ruptura.
En entrevista que, más que entrevista, parecía plática intimista, el actor de «Stranger Things», David Harbour, habló de lo fascinante que fue conocer el interior de Winona, de profundidad, desde el día que se conocieron y pudo entrever que es un mundo aparte, construido con cimientos de fantasía, melancolía y nostalgia.
Estos elementos fueron los que, desde que era pequeña niña, motivaron a dedicarse al cine.
Tras su aparición en cine, en «Lucas» (1986), actuación en cintas de renombre comenzó a descender, hasta el punto más álgido en los 90. Ryder que alcanzaba la mayoría de edad ya había encarnado la vida de múltiples mujeres, pero en la vida real, encarnaba sólo a una, así misma, quien experimentada sinsabores y placeres del primer amor, cuando conoció a Depp.
Winona se enamoró e inició realción junto a Depp, que los llevó a comprometerse a sólo 5 meses de haberse conocido y a entablar relación por 4 años, pero, así como saboreo la plenitud de la coincidencia con el actor, amargura que experimentó, tras su separación, fue proporcional. Así lo reconoció.
Aunque la actriz no dijo «estar lejos de Johnny fue difícil», reconoció que todo lo que vino para ella, tras el rompimiento, se cubrió de nube negra con la que tuvo que lidiar por mucho tiempo. «Esa fue mi ´inocencia, interrumpida´ en la vida real», dijo, haciendo referencia a la cinta que protagonizó en 1999, donde es internada en clínica psiquiátrica, cuando su papel tiene sobredosis de alcohol y drogas.
Durante transición, contó con aliadas que extendieron su apoyo, mujeres experimentadas que concibieron su vulnerabilidad, a sus versiones de la juventud, cuando todo parecía carecer de sentido. Michelle Pfeiffer con quien trabajó en «La edad de la inocencia» (1993), le expresó que era cuestión de tiempo para salir de la ruptura, pero ella no entendía en ese momento, reconocía que se lastimaba así misma, que no se cuidaba, pero no sabía cómo hacerlo.
«Nunca habló de esto», dijo Ryder. «Hay una parte de mí que es muy privada. Tengo tal, como, un lugar en mi corazón para esos días. Pero para alguien más joven que creció con las redes sociales, es difícil de describir».
Fue entonces cuando se dio un respiro: «Me jubilé», pues a los años siguientes tuvo lugar la detención, por hurto que cometió en tienda. Productores dejaron de buscarla y ella también dejó de tocar puertas, lo que le pareció que fue un descanso mutuo entre las partes.