17 de diciembre de 2017
- Se encuentra ubicado a las afueras de la Estación Luz del tren
Sao Paulo.- A principios del siglo XX, el Jardim da Luz (Jardín de la luz) o Parque de la Luz fue concebido como un espacio botánico, pero a través del tiempo se transformó en jardín público que los paulistas disfrutan, principalmente, después de su jornada laboral.
Se encuentra ubicado en la Avenida Tiradentes de esta ciudad, cerca del Museo de Arte Sacro de Sao Paulo y del Departamento Histórico da Prefeitura do Municipio. Además, es sede de la Pinacoteca de Sao Paulo.
Para llegar a él, en transporte público, será necesario abordar el Metro de Sao Paulo y bajar en la estación Luz de la Línea Amarilla 4. También se puede arribar por tren, pues se encuentra a las afueras de la Estación Luz (Estação da Luz) de la Companhia Paulista de Trens Metropolitanos en el barrio Bom Retiro.
Aunque fue construida en 1867, entre 1895 y 1901 cambió su imagen para ser idéntica a la de una estación de Melbourne, Australia, con materiales traídos desde Inglaterra.
Su arquitectura, a cargo del ingeniero Henry Driver, llegó a ser referencia y símbolo en la ciudad. Incluso, por décadas su torre dominó el paisaje y su reloj era confiable para que los paulistas tuvieran la hora exacta.
Saliendo de la Estación Luz, cruzando la calle, se encuentra el Jardim da Luz, que ocupa aproximadamente 20 mil metros cuadrados de la región.
Es un sitio obligado para los enamorados o bien, para pasar un día de campo con la familia, disfrutar entre amigos, jugar una partida de dados, improvisar una bohemia con guitarra, tomar una siesta, escuchar música, leer el periódico o un buen libro.
Todo aquel que cruce su entrada, sabe que se halla en un sitio de calma, de paz, de descanso. Tan apacible como el paraíso.
Para sentirse en contacto con la naturaleza, basta con observar la inmensidad de sus áreas verdes, lo alto de sus árboles que entre sus hojas se observa el azul del cielo, y escuchar el canto de las aves que en ellos asentaron su hogar.
Unos pasos adelante se haya un par de quioscos y a la derecha unas bancas con sombra para quienes no deseen asolearse durante su estancia. Al fondo se aprecia el Lago Cruz de Malta con una fuente al centro, pero también la ausencia de las esculturas de mármol blanco que eran características del lugar.
La de una mujer sentada sobre un cordero en un pequeño estanque de peces, es de las pocas que se pueden apreciar, pues en noviembre de 2016 se denunció vandalismo en el Jardim da Luz y desparecieron las esculturas que representaban las cuatro estaciones del año. Hasta ahora no han sido repuestas.
“Prohibido abandonar a los animales” y “Prohibido alimentar a los peces” se lee en algunos letreros. Cabe destacar que son diversas las especies de éstos últimos, sus colores son llamativos y se procura su reproducción.
Para todo aquel que viaje a Sao Paulo será imprescindible visitar el Jardim da Luz y después del descanso, no quedará otra más que volver a las actividades comunes de esta ciudad de rascacielos.