9 Junio 2022
México.- El presidente de EU, Joe Biden, intentó este miércoles generar unidad entre los asistentes a una Cumbre de las Américas marcada por su decisión de excluir a Cuba, Venezuela y Nicaragua, que ha derivado en notables ausencias de líderes de otros países.
Sin referirse directamente al origen de la polémica -su veto a los tres países que no considera democráticos-, Biden convirtió su discurso en la inauguración de la cumbre en un alegato a favor de la democracia, un sistema de gobierno que, dijo, está «bajo asalto» en el mundo.
«Volvamos a unirnos y renovemos nuestra convicción de que la democracia no solo es el rasgo definitorio de la historia americana, sino un ingrediente esencial de los futuros americanos», pidió el presidente estadounidense en la ceremonia de apertura de la IX Cumbre de las Américas, que se celebra en Los Ángeles.
«No hay ninguna razón por la cual el continente americano no pueda ser seguro, próspero y democrático, desde el norte de Canadá a la punta sur de Chile. Tenemos todas las herramientas que necesitamos», insistió Biden en su discurso.
POLÉMICA REGIONAL
Ese mensaje buscaba revitalizar una cita que comenzó deslucida, con las ausencias de los presidentes mexicano, Andrés Manuel López Obrador; boliviano, Luis Arce; y hondureña, Xiomara Castro; entre otros.
Todos ellos decidieron enviar en su lugar a sus respectivos cancilleres como protesta por la decisión del país anfitrión, Estados Unidos, de no invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua con el argumento de que no encajan con los valores democráticos de la cumbre.
HACIA UN NUEVO
PACTO MIGRATORIO
A pesar de todo, Biden aseguró que la declaración de Los Ángeles sobre migración, que se firmará el viernes, permitirá articular un «nuevo enfoque» en el que todas las naciones del continente asumirán su «responsabilidad».
«La declaración representará un compromiso de todos para encontrar una solución razonable y mejorar la estabilidad», afirmó el presidente estadounidense.
Biden subrayó que la inmigración irregular es «inaceptable», en un momento en el que están aumentando los flujos de indocumentados que llegan a Estados Unidos y hay un éxodo de cubanos hacia el norte inédito en casi tres décadas.
Su discurso tuvo lugar en una ceremonia de inauguración llena de actuaciones musicales, en la que el único otro presidente que intervino fue el de Perú, Pedro Castillo, debido a que su país acogió la última cumbre, celebrada en 2018 en Lima.