17 Noviembre 2022
México.- “Brasil está de vuelta” en la lucha global contra el cambio climático, anunció este miércoles al mundo el presidente electo del país latinoamericano, Luiz Inácio Lula da Silva, ante el auditorio entusiasmado de la cumbre climática de Naciones Unidas COP27.
En su primera visita al exterior desde que ganara las elecciones presidenciales el pasado 30 de octubre, el veterano político aprovechó la ocasión para confirmar al mundo que su país, el mayor custodio de la selva amazónica, regresará a la senda de la lucha contra el cambio climático tras cuatro años de un “gobierno desastroso” que sumió a su país en el “negacionismo climático”.
En su discurso, el de mayor calado que se ha pronunciado en la reunión internacional pese a no provenir de un delegado “oficial”, Lula afirmó que el cambio climático tendrá el más alto perfil en la estructura” de su gobierno y que “los crímenes ambientales serán combatidos sin tregua”.
La presentación del mandatario fue un mensaje para una audiencia global, orientado a cerrar de un portazo las posiciones defendidas por el gobierno del ultraderechista y negacionista climático Jair Bolsonaro y a recuperar el rol brasileño en el frente de lucha en defensa del ambiente.
También sirvió para posicionar a Brasil como interlocutor y portavoz de los reclamos ambientales y sociales de los países menos desarrollados, tanto en lo relativo a la justicia climática como ante la arquitectura de las relaciones internacionales, sobre las que reclamó una transformación que dé voz a los menos favorecidos.
“Esta invitación (a asistir la COP27), hecha a un presidente recién elegido antes incluso de su posesión es el reconocimiento de que el mundo tiene prisa de ver a Brasil participando nuevamente de las discusiones sobre el futuro del planeta y de todos los seres que en él habitan”, arrancó el político.
“Un planeta que en todo momento nos alerta de que necesitamos los unos de los otros para sobrevivir. Que en soledad somos vulnerables a la tragedia climática”, añadió.
Entre aplausos, Lula aseguró a todo el mundo que su gobierno “no medirá esfuerzos para acabar con el desmantelamiento y la degradación de nuestros biomas antes de 2030” y que la devastación sufrida por los bosques amazónicos bajo Bolsonaro “quedará en el pasado”.
Así, reiteró que restaurará los controles y medidas de protección de la selva desmantelados por el que fue su rival electoral y que creará un ministerio para los Pueblos Originarios, porque a su juicio son los que deben velar por la Amozonía.