1 Abril 2023
México.- Ucrania recordó la masacre rusa en Bucha un año después de la liberación de esta ciudad al norte de Kiev, y exigió castigos para Rusia, que se niega a reconocer su responsabilidad en estos hechos investigados por Occidente como presuntos crímenes de guerra.
“Cuando liberamos Bucha vimos que el diablo había llegado a la tierra. La terrible verdad sobre lo que sucedió en los territorios temporalmente ocupados fue revelada al mundo”, declaró el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien visitó la localidad junto a cuatro mandatarios europeos.
“Nunca olvidaremos a las víctimas de esta guerra y llevaremos a todos los asesinos rusos ante la justicia”, añadió el mandatario, que denunció que durante los 33 días de ocupación rusa en Bucha murieron “más de 1.400 personas, incluyendo 37 niños”.
Zelenski, quien otorgó el título de “Ciudad Héroe” a Bucha, recordó que “más de 175 personas fueron encontradas en fosas comunes y cámaras de tortura”, al señalar que la localidad se convirtió en “un símbolo de las atrocidades del ejército ocupante”.
“Vamos a vencer sin falta en esta batalla. El mal ruso será derrotado justamente aquí, en Ucrania, y jamás se volverá a levantar. La humanidad vencerá. Pero la humanidad debe recordar cada ciudad ucraniana cuyo heroísmo y resistencia garantizan el futuro a todos los que valoran lo más importante, la vida”, declaró durante el homenaje.
El jefe de Estado ucraniano estuvo acompañado por los primeros ministros de Eslovaquia, Eduard Heger; Eslovenia, Robert Golob; y Croacia, Andrej Plenkovic; además de la presidenta moldava, Maia Sandu.
Junto a ellos depositó velas rojas en el memorial dedicado a las víctimas de la matanza.
Durante el acto se revelaron los nombres de las 77 víctimas que fueron halladas e identificadas en una fosa común, además de 11 soldados ucranianos caídos en la batalla por el control de la ciudad.
Escenas de horror
Ya se volvieron a pavimentar los caminos llenos de baches y las casas dañadas están siendo reparadas gradualmente, pero las escenas que surgieron de este pueblo cerca de Kiev hace un año, después de que fue liberado de las fuerzas rusas, han vinculado para siempre su nombre con el salvajismo de la guerra.
Bucha, en la periferia noroccidental de la capital ucraniana, estuvo ocupada por las fuerzas rusas durante aproximadamente un mes. Fue tomada mientras estas avanzaban hacia Kiev al inicio de la invasión de Ucrania que comenzó a finales de febrero de 2022. Cuando se retiraron, dejaron a su paso escenas de horror.
Cuerpos de civiles yacían en donde habían caído, junto a sus bicicletas, en autos, en la orilla de las calles, en patios, edificios y casas.
“Eran cuerpos de personas vestidas de civiles, mujeres, hombres mayores, hombres jóvenes” dispersos en las calles, relató el fotógrafo de The Associated Press Vadim Ghirda, uno de los primeros periodistas en entrar a Bucha justo después del retiro de las tropas de Rusia.
Muchos parecían no llevar mucho tiempo muertos, casi como si estuvieran durmiendo, agregó Ghirda. A otros parecía que los habían ejecutado, pues fueron encontrados con sus manos atadas en la espalda.
En los días que siguieron, los fotógrafos de la AP documentaron escenas de la devastación en Bucha, donde estos eventos están siendo investigados como crímenes de guerra. Los residentes impactados salieron de sus sótanos para encontrar tanques destruidos y vehículos militares abandonados en las calles.
Se encontraron más cadáveres dentro de las casas y otros fueron desenterrados de una fosa común. En las siguientes semanas y meses, cientos de cuerpos fueron descubiertos, incluso de niños. No todos han sido identificados.