5 Abril 2022
México.- Moscú enfrentaba el lunes una nueva oleada de condenas internacionales y acusaciones de crímenes de guerra, luego que el retiro de soldados rusos de las afueras de Kiev revelara calles cubiertas de cadáveres de lo que parecían ser civiles, algunos aparentemente asesinados a quemarropa.
Las imágenes de cuerpos maltratados tirados al aire libre o en fosas cavadas apresuradamente también provocaron llamados a sanciones más severas contra el Kremlin, principalmente una suspensión de las importaciones de combustible de Rusia.
Líderes europeos y el presidente del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas condenaron el derramamiento de sangre, algunos calificándolo de genocidio, y el presidente estadounidense Joe Biden dijo que el mandatario ruso Vladimir Putin debe enfrentar un juicio por crímenes de guerra.
Por su parte, Alemania expulsó a 40 diplomáticos rusos, y Lituania también expulsó a su embajador ruso.
Las autoridades ucranianas aseguran haber encontrado los cuerpos de 410 civiles en localidades en torno a Kiev, que en días recientes fueron recuperadas de las fuerzas rusas.
Moscú continuaba con su ofensiva en el este de Ucrania, de donde pocas noticias han salido desde que inició la guerra el 24 de febrero. Rusia, al retirarse de la capital, indicó que su principal objetivo es tomar control de Donbás, una zona industrial en el este del país donde la mayoría de la población habla ruso.
Los aliados europeos, aunque unidos en la indignación por las secuelas en las afueras de Kiev, parecen divididos en su respuesta.
Líderes occidentales y ucranianos han acusado a Rusia de crímenes de guerra antes, y la fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) ha abierto una pesquisa para investigar el conflicto. Pero los últimos reportes aumentaron el nivel de condena.