24 Enero 2023
México.- El exsecretario de Seguridad Pública de México Genaro García Luna se presentó en su primer día de juicio por narcotráfico jovial y enérgico, para escuchar de boca del primer testigo de la Fiscalía, el narco Sergio Villarreal Barragán, alias “el Grande”, que el Cartel de Sinaloa le pagó sobornos millonarios durante años.
La larga sesión de inicio concluyó con García Luna lanzando un beso a su esposa y diciéndole: “Te quiero”.
Tras un alegato inicial muy apegado al texto, pronunciado por el fiscal Philip Pilmar, que acusó a García Luna de traicionar a México y a Estados Unidos por aceptar sobornos de narcotraficantes a cambio de ayudarles en sus actividades, la Fiscalía presentó uno de sus testigos estrella: “El Grande”, que aseguró haber presenciado el pago de dichos sobornos con sus propios ojos.
García Luna, que llegó a la sala con un traje negro y una corbata de rayas rojas y azules, saludó con efusión a su equipo de abogados, encabezados por César de Castro y, en varias ocasiones, se dirigió a su esposa y a su hija, para saludarlas lanzándoles besos y poniéndose la mano en el corazón.
De Castro, de pie frente a los 12 miembros del tribunal, adelantó la que será la estrategia de la defensa, al subrayar que la Fiscalía no tiene pruebas “objetivas”: ni documentos, ni fotos, ni conversaciones grabadas, ni mensajes de texto que incriminen a su cliente.
EL PRIMER TESTIGO
La fiscal Erin Reid se encargó de dirigir el interrogatorio de “el Grande”, que habló en español y fue traducido de manera simultánea por un traductor de la corte.
“El Grande” aseguró haber visto “en varias ocasiones (a García Luna) para pagarle sobornos de parte del Cartel de Sinaloa entre 2001 y 2006.
Según el primer testigo de la Fiscalía “con la ayuda del Gobierno (mexicano) el cartel creció en lo referente al territorio” e insistió en que también gracias a la ayuda de García Luna el grupo que estaba dirigido por el capo Joaquín “el Chapo” Guzmán pudo aumentar la importación de cocaína a México y deshacerse de grupos rivales
En concreto, apuntó que el antiguo máximo responsable de Seguridad Pública daba información sobre operativos de seguridad e investigaciones en contra de miembros del grupo, facilitaba el nombramiento y el cese de agentes en cualquier parte de México y compartía información para golpear a los grupos enemigos.
“El Grande” precisó que el encargado de los pagos a García Luna era Arturo Beltrán Leyva, amigo suyo y uno de los líderes del Clan de los Leyva (parte del Cartel de Sinaloa), y agregó que él “estuvo en algunas ocasiones” presente en dichas transacciones, que, según su declaración, aumentaban a medida que el cartel crecía.
Asimismo, durante la sesión salieron a colación varios nombres de narcos y supuestos policías corruptos que se movían en la órbita de García Luna o tuvieron contacto con él.
Además de Arturo Beltrán Leva y sus hermanos Héctor y Alfredo, fueron citados los también capos Ismael “el Mayo” Zambada, “el Rey” Zambada, Ignacio Coronel o Édgar Valdez, alias “la Barbie”.
Asimismo, se hizo referencia a varios exmiembros de las fuerzas de seguridad mexicana, entre ellos Luis Cárdenas Palomino (exmando de la Policía Federal), y que supuestamente estuvieron presentes en entregas de sobornos a García Luna.
Al concluir la sesión, que no el interrogatorio que seguirá este miércoles, García Luna volvió a lanzar un beso a su esposa y en sus labios se leyó un “te quiero”, que pronunció antes de girarse y golpearse con la puerta que los alguaciles le habían abierto para que abandonara la sala.