18 de Septiembre de 2018
Santiago.- El presidente chileno Sebastián Piñera asistió hoy al Te Deum Ecuménico por las Fiestas Patrias de este país, tradicional ceremonia religiosa que se realiza todos los años en la Catedral Metropolitana de Santiago.
Debido a los escándalos de abuso sexual que remecen a la Iglesia católica, el arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, se marginó de la actividad, la cual fue encabezada por el deán de la Catedral, padre Juan de la Cruz Suárez.
Ezzati está siendo investigado por la Fiscalía debido a un supuesto encubrimiento de abuso sexual cometido por religiosos, por lo que decidió ausentarse. Algunas autoridades locales habían puesto en duda su asistencia a la ceremonia, si ésta era encabezada por el arzobispo de Santiago o por alguno de los obispos renunciados.
El Te Deum, que de todas formas comenzó con un saludo protocolar de Ezzati a las autoridades leído por Suárez, reunió a representantes de las iglesias luterana, ortodoxa, metodista, anglicana, misión Apostólica y ortodoxa del patriarcado de Antioquía, entre otras, además de las comunidades judía y musulmana avecindadas en Chile.
La liturgia de la palabra fue realizada por el obispo de la Iglesia luterana en Chile, Alexis Salgado, mientras que la homilía, que tradicionalmente la efectúa el arzobispo de Santiago, la leyó el abad benedictino Benito Rodríguez.
El monje dijo en su mensaje: “hoy nos toca presidir esta solemne celebración del Te Deum en un momento muy particular, porque estamos pasando por tiempos recios, como decía Santa Teresa. Nuestra Iglesia de Chile vive un tiempo de purificación quizás como nunca antes en su historia”.
“Creemos que hablar desde esta precariedad, sin pretender negarla o esconderla, es también nuestro aporte al hoy de nuestra historia, intentando acoger con humildad y con generosidad nuestros errores, sin pretender privilegios o algún trato especial”, enfatizó.
Convocó a que “Chile pueda sanar sus desconfianzas y abrirse al perdón” y acotó que es necesario “el renacimiento en la vida pública y privada desde la confianza, de la cual hay tanta necesidad en nuestra sociedad”.
Rodríguez llamó a todos los chilenos a vivir “en paz, con alegría y libertad”, con “sentido de responsabilidad” respecto a la Patria, la que tiene relación “con un sentido de pertenencia que no puede ser impuesto”.
“Bienvenidos todos los que quieran venir a Chile para trabajar por la paz. Ojalá siempre encuentren abiertas las puertas de nuestras fronteras”, aseveró en referencia a los migrantes que llegan todos los días a este país en busca de mejores perspectivas de vida.
Casi al final de su intervención, dos mujeres se manifestaron a gritos en un sector de la Catedral, supuestamente contra el gobierno por el remate de sus hogares, lo que obligó a interrumpir por algunos segundos la homilía a la espera que las personas fueran sacadas del templo por la policía.
Además de Piñera, a la actividad religiosa asistieron la mayoría de los ministros del gabinete; los presidentes del Senado, Carlos Montes, de la Cámara de Diputados, Maya Fernández, y de la Corte Suprema, Haroldo Brito; las altas autoridades de los organismos del Estado y los mandos militares y policiales.
Tras la ceremonia, el gobernante chileno dijo a periodistas que espera que la Iglesia católica “no sólo pueda enfrentar, sino superar los tiempos oscuros”, en alusión a los abusos sexuales por parte de religiosos contra menores de edad y jóvenes en el pasado.
Fuentes: Notimex