30 Diciembre 2022
México.- Para el periodismo en México 2022 quedó marcado en sangre. Es un año que debe quedar en la memoria por la violencia y la falta de acciones en defensa de la libertad de expresión.
Quince profesionales de la comunicación, entre reporteros, fotoperiodistas, articulistas y trabajadores de medios impresos y digitales fueron asesinados entre el 10 de enero y el 22 de agosto, según el recuento hecho por Alianza de Medios Mx, la cifra más alta de homicidios contra este gremio en los últimos 22 años.
Del total de casos, en ocho hay al menos un detenido como presunto autor material; en siete no hay detenidos. Solamente se han dictado dos sentencias: 24 y 20 años de prisión para los tres asesinos de Lourdes Maldonado y 25 años de prisión para dos de los asesinos de Margarito Martínez. Sólo en este último caso se tiene autor intelectual.
En cinco casos, las fiscalías estatales consideran que los crímenes no están relacionados con el ejercicio periodístico, pero no presentan algún móvil.
Además de los 15 asesinatos, se deben tomar en cuenta casos de desapariciones, amenazas e intentos de asesinato, no todos denunciados por los afectados.
El ataque contra Ciro
La noche del jueves 15 de diciembre en la Ciudad de México, el periodista Ciro Gómez Leyva fue objeto de un ataque directo. “A las 11:10 pm, a 200 metros de mi casa, dos personas en una motocicleta me dispararon, al parecer con la clara intención de matarme. Me salvó el blindaje de mi camioneta que yo manejaba y he enterado del asunto a las autoridades”, escribió Gómez Leyva en Twitter.
El hecho recibió la condena de medios y periodistas de todo el país. Las autoridades de la Ciudad de México, además de ofrecer apoyo, se comprometieron a trabajar en investigar lo sucedido y detener a los responsables.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, en un primer momento, expresó su solidaridad al periodista, pero días después expuso que el ataque pudo haber sido hecho por grupos de oposición para afectar a su gobierno o, incluso, un “autoatentado”.
En su informe sobre el estado de la libertad de expresión en México, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) señaló hace días que “la constante ante esta violencia sigue siendo la impunidad” y añadió que “la reacción automática del gobierno nacional es lamentar el fallecimiento de los reporteros, prometer investigaciones serias y acusar a los medios de usar esos casos para hacer ‘amarillismo’ y denostar al gobierno con exageraciones”.
Por su parte, Reporteros Sin Fronteras mantuvo a México, por cuarto año consecutivo, como el país más peligroso para ejercer el periodismo, un escenario que parece no cambiará pronto.